Maestros de trapo

La puesta en escena corrió a cargo de la compañía madrileña Teatrarte, encargada de entretener a los alumnos con la obra El cuento que no se contó. Una función que comienza con la idea de un gran libro mágico cuyas páginas están en blanco, y en el que van surgiendo los personajes encargados de transmitir a los más pequeños contenidos de eduación vial. Y entre el reparto tampoco podía faltar el travieso «Juan Infracción», empeñado en no respetar las normas y señales.

Con Prudencia como maestra de ceremonias (personaje real), la primera en salir a escena es el guiñol de la princesa antigua, que quiere ser moderna y aprender muchas cosas sobre las ciudades. Para ello viaja hasta la actualidad y deja atrás su barroco vestido de enaguas para ataviarse con unos pantalones vaqueros, chaqueta a juego y gafas coloradas. Con el fin de aprender a conducir su carroza, ahora transformada en vehículo, busca la ayuda del «señor Guardia», convocado, como siempre en estos casos, a los gritos por el público infantil. Interpretado por otro guiñol, el guardia le enseña las señales de tráfico a la princesa, no sin música y canciones pegadizas de por medio que los niños cantan durante toda la función.

La obra también cuenta con un taller didáctico mediante el cual se muestra a los niños, con ejemplos prácticos, la necesidad del respeto de las normas así como diferentes hábitos de conductas seguras peatonales asociadas a los colores del semáforo, para que faciliten la percepción de riesgos en los desplazamientos por las calles.

Esta iniciativa, organizada por la Dirección General de Tráfico en colaboración con el Grup d'Educació Viària de la Policía Local de Eivissa, se ha ofertado a todos los colegios de primaria del municipio de Eivissa, de los cuales se han sumado Poeta Villángómez, Can Cantó, Cas Serres, Sa Real, Nuestra Señora de la Consolación, Portal Nou y Sa Graduada. Centros educativos que, entre ayer y hoy, han escuchado y escucharán los consejos de Prudencia. lL.A.