Según Marí, los ejes sobre los que se actuará en sa Penya serán la creación de un gran aparcamiento en sa Pedrera para que el barrio no sea «un búnker inaccesible»; ayudas a la rehabilitación de viviendas fomentando el alquiler entre los jóvenes; intensificación de la limpieza, con soterramiento de cables y contenedores; refuerzo del servicio de vigilancia policial reabriendo el retén de la calle Floridablanca; incremento de los servicios sociales municipales en la zona, con un nuevo centro en sa Drassaneta, y la rehabilitación «inmediata» de todas las viviendas de titularidad municipal para destinarlas a alquiler.
Asimismo, Marí apuntó la creación de Viviendas de Protección Oficial (VPO) en otros barrios de la ciudad y la concesión de ayudas para la compra y alquiler de viviendas libres.
En el apartado de seguridad ciudadana, el PP de Vila apuesta por la creación de una oficina específica para atender a las víctimas del delito, de unidades de intervención inmediata y por la implantación de la policía de barrio, aspecto este último que permitirá, según los responsables de la campaña popular, «un conocimiento más directo de las necesidades de los ciudadanos en materia de seguridad». Esta iniciativa requerirá un mayor número de agentes en el cuerpo municipal para lograr con ello «una cobertura de veinticuatro horas de la seguridad y vigilancia del municipio».
En el plano de las infraestructuras para este cuerpo, el PP se compromete a dotarlos de un nuevo edificio, así como a fomentar la formación y el reciclaje de los policías y reforzar los medios y funciones de los voluntarios de protección civil, permitiéndoles contar con «más y mejores equipamientos, formación e infraestructuras».
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