Álfredo Pérez Rubalcaba, anoche en es Viver, durante su alocución.

JOSÉ LUIS MONTOYA
Optimismo. Moderación. Proyecto. Trabajo. El 'talante Zapatero' llegó anoche a Eivissa en boca del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien, con un discurso sereno y exento de crispación, apadrinó la presentación oficial de los candidatos al Parlament, el Consell Insular y los ayuntamientos de la coalición PSOE-Eivissa pel Canvi. Rubalcaba ironizó con el apellido de Matas al reclamar un «cambio cli-mático que descontamine la atmósfera política y se lleve al animal depredador que es el urbanismo salvaje del PP».

El ministro aludió a las «mentiras» vertidas por el PP en asuntos como la educación, la reforma de los estatutos autonómicos o la familia. «Salieron a la calle porque íbamos a romper España y nos íbamos a cargar la familia y las escuelas», dijo, para después añadir que «no ha pasado nada». En la misma línea, añadió: «Cuando ellos crispaban, nosotros estábamos subiendo el salario mínimo interprofesional». En ese punto, Rubalcaba centró su discurso en el trabajo y aseguró: «Podemos estar tranquilos porque la gente sabe lo que pasa. Hay que recordar lo que ha pasado simplemente comparando y dejando a un lado los insultos».

EL ministro aludió al sistema del bienestar, cuyas bases atribuyó a la gestión del PSOE en la época de Felipe González, para referirse a las dos últimas leyes que, según dijo, avanzan en ese bienestar. En concreto, Rubalcaba aludió a la ley de Igualdad y a la ley de Dependencia, normativas que, según dijo, suponen un«cambio social». En ese sentido, remarcó la importancia de ganar las elecciones autonómicas y locales porque «no es lo mismo que eso lo apliquen unos a que lo hagan otros», refiriéndose al perfil social del PSOE.

Por su parte, la número dos de la lista al Consell Insular y al Parlament, Marián Suárez, reivindicó «otra Eivissa y otra manera de hacer política». Apoyándose en los versos de un poema de Miquel Martí i Pol, Suárez reivindicó para sí ser la voz que represente en el Parlament a «quienes han salido a la calle para decir que Eivissa está al límite y es el momento degritar: 'suficiente construcción y no más destrucción'».

El discurso de la candidata a diputada autonómica se centró en aspectos sociales, como las dificultades de acceso a la vivienda para jóvenes, la igualdad entresexos o la educación, y en la defensa del interés común frente al desarrollo urbanístico para afirmar que será la voz de «la gente que no merece las sobredimensionadas y malditas autovías». A ese respecto, reivindicó el cuidado del territorio como garantía de futuro.

En términos similares, Albert Prats, número tres de la candidatura al Consell y al Parlament,