Como anillo al dedo, cocineros y aprendices de sumilleres se dieron cita ayer por la noche en el hotel Blau Park de Sant Antoni para festejar el final de los cursos que reunieron a un total de 26 trabajadores de la hostelería con el fin de afinar conocimientos sobre el vino y el cava, y acerca de las técnicas culinarias más avanzadas en cocina creativa.

Incluidos en el Programa de Formación Profesional y Ocupacional 2005-2006 del Consell Insular y del Govern balear y gestionados por el Departamento de Formación del Cofisol (Centre d'Orientació, Formació i Inserció Laboral), ambos cursos estuvieron dedicados a profesionales del mundo de la hostelería en situación de paro durante los meses de invierno. L.A.

Fue un encuentro de degustación y cata donde todos pudieron poner en práctica lo aprendido y recomendarse mutuamente platos y caldos hasta lograr la combinación perfecta destinada a conquistar paladares exquisitos. Una cata de cava, vinos nacionales, ibicencos y de autor en busca de una pareja perfecta entre una amplia degustación de zanahorias con gelatina de coco, langostinos al vapor de curri y tacos de bacalao con espuma de patata y vainilla, entre otros manjares elaborados especialmente para esta ocasión.

La especialización fue el objetivo de ambos proyectos que fueron desarrollados por los profesores Francisco Rodríguez Jiménez, en el caso de las clases de sumiller, y por Miguel Tur Contreras, a cargo del curso de cocina creativa.

El profesor de sumiller, Rodríguez, con una experiencia de 26 años en importantes hoteles de Balears, República Dominicana y Canarias, aseguró que este curso beneficia a los alumnos y a sus clientes: «Les beneficia porque pueden recomendar un vino u otro para acompañar postres, carnes o pescados, y conocer si un vino está picado o fuera de uso, o si se ha pasado de color».