M.A.
El conseller balear de Medi Ambient, Jaume Font, aseguró ayer que todavía no hay contestación del Ministerio de Medio Ambiente sobre si el terreno propuesto en sa Serra d'es Collet es adecuado o no para ubicar la nueva depuradora de Eivissa y reclamó al Gobierno central una respuesta rápida. Font advirtió que el plazo para ejecutar la opción de compra de este solar, que paga el Ejecutivo balear, finaliza el 31 de enero aunque adelantó su intención de intentar prorrogarlo si no hay contestación antes desde Madrid. «Confío en que sepamos antes de Navidad si el terreno es adecuado», señaló. También sacó a relucir que en los Presupuestos Generales del Estado «no hay ni un euro para este proyecto».

Por otra parte, insistió en que la altura a la que está ubicado el terreno propuesto no tiene porqué suponer más coste en la construcción de la planta. «El Gobierno hace una depuradora en el sur del Tenerife a una altura de 225 metros», aseguró. El conseller hizo estas afirmaciones durante el acto de colocación de la primera piedra de las obras de sustitución de la totalidad del emisario de la depuradora de Eivissa. Para coincidir con las obras que está haciendo el Ayuntamiento en la avenida 8 d'Agost el Govern sacó a concurso por vía de urgencia esta actuación, que tiene un coste de 2.047.166 euros, y que se ejecutará en cuatro meses y medio. El proyecto de sustitución supondrá el aumento de diámetro del emisario, que tendrá 800 mm y será de polietileno de alta densidad.

La UTE Excavaciones S'Horta S.A. y Copasa hace las obras de sustitución del emisario terrestre. Además de esta actuación, está prevista la sustitución del colector de Talamanca, en el que se invertirán 875.172 euros, y las obras del colector 0, que costarán 750.000 euros. Font aseguró que, en total, se renovará n un 65 por ciento de los colectores. Estos proyectos junto al coste del solar de la depuradora suponen una inversión del Govern de 4.472.000 euros, dinero, que, recordó, se podría haber ahorrado si se hubiera ya dado solución a la nueva depuradora y que, en el caso del colector y el emisario, puede caer en saco roto dependiendo del terreno en que se sitúe la planta finalmente.