La protección se ha ampliado ahora también a la parte superior de sa Caixota.

CLAUDIA ROIG
El Ayuntamiento de Sant Josep ha decidido ampliar también a la parte superior del acantilado la zona de protección de sa Caixota en la que no se pueden dar licencias ni hacer obras. De esta forma se incrementa el perímetro de seguridad que delimitó el Ayuntamiento de Sant Josep el año pasado después del derrumbe. La decisión de aumentar la zona en la que existe esta paralización de licencias se debe a que todavía se producen movimientos de tierra que ponen en peligro toda el área, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, José Marí Ribas, Reganes.

Según explicó el edil, el radio de protección se ha ampliado a unos 300 metros y abarca «todos los bloques, casas y cafeterías que hay en la parte superior del acantilado». La razón es que se ha observado que todavía hay movimientos de tierra que podrían originar corrimientos, algo que podría suponer un peligro para las casas de esta zona, porque «si la base del acantilado se mueve la parte de arriba también», dijo Reganes. Pese a estos continuos movimientos de tierra, desde el Consistorio consideran que no existe ningún peligro para la gente que vive en sa Caixota porque los movimientos son pequeños.

En cuanto a la petición de los propietarios de sa Caixota, que reclamaron esta misma semana al Ayuntamiento de Sant Josep que pague los daños del derrumbe -unos 4 millones de euros-, el concejal repuso que el Consistorio no tiene responsabilidad en la construcción. «Los terrenos tienen una consistencia y los técnicos tienen que ser conscientes de cómo pueden construir allí; tenemos una responsabilidad hasta cierto punto pero no en cuanto a la construcción, porque aquí en Eivissa hay fundamentaciones que se han hecho sobre fango o prácticamente sobre el agua», aseguró Reganes, que añadió que el Ayuntamiento tiene que velar «por la seguridad de las personas y porque las obras se hagan correctamente». El concejal aseguró que el problema radica en que se hizo mal la canalización de pluviales, algo que no se detectó en un principio. «No creo que les tengamos que indemnizar pero esto lo dirán los técnicos; si tenemos responsabilidad en algo la tendremos que asumir, pero no creo que sea un problema que competa al Ayuntamiento», concluyó el edil.