Los propietarios de la Unidad de Actuación número 12 (UA-12) de ses
Feixes mantienen que el Consell sí debe hacer frente al pago de las
indemnizaciones por la desclasificación de sus terrenos, un área de
25.400 metros, donde el Consistorio prevé ahora en el Plan Especial
la ubicación de un centro de interpretación.
El presidente de este colectivo de propietarios, Josep Maria
Molins, entiende que el Consell no puede eximirse de toda
responsabilidad, tal como sostiene el presidente, Pere Palau, y el
conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur. «El Consell es quien tiene
que resolver este asunto y si el Ayuntamiento lo ha demorado tanto
se debe en parte al hecho de que el gobierno actual del Consell no
ha sido capaz de resolverlo», señaló.
Molins tiene claro que fue el Consell, como institución, quien
aprobó la figura de protección BIC, y que, al margen de «colores
políticos», tiene que resolver el problema: «Es igual que fuera el
Pacte o el PP, el Consell es quien aprobó el BIC. El Consell pasó
el problema al Ayuntamiento y éste ha continuado la trayectoria que
le ha marcado el Consell».
Por eso, el presidente de este colectivo de propietarios no
entiende por qué el Consell se exime ahora del pago de
indemnizaciones. «El Consell tiene que pagar. Nosotros pediremos
indemnizaciones a Consell y Ayuntamiento», sostiene. «No valen más
cortinas de humo», dice Molins en alusión a los continuos mensajes
lanzados por el gobierno insular del PP, como su intención de
retirar o modificar el BIC.
Este colectivo de propietarios lamenta por encima de todo la
falta de diálogo entre las instituciones y con los propietarios.
«Este asunto no va bien. No comprendo por qué no se ha intentado
llegar a un acuerdo. Estamos indignados», dice el presidente de
este colectivo de propietarios, que mantiene firme su idea de
continuar la querella presentada contra los responsables del
Ayuntamiento de Eivissa por un supuesto delito de prevaricación, y,
dado el desarrollo de los acontecimientos, plantea en este momento
ampliarla a «otros estamentos». La querella fue desestimada
inicialmente porque el juez consideraba, entre otras cosas, que la
denuncia era «apresurada» puesto que de momento el plan urbanístico
sólo contaba con una aprobación inicial. Este periódico trató ayer
sin suerte de recoger la opinión de algún responsable de
Italhispania S.L., la promotora urbanística que recientemente ha
comprado buena parte de los terrenos del frente marítimo (UA-8),
también urbanos hasta ahora.
La Entesa Nacionalista i Ecologista (ENE) considera que la
versión definitiva del PGOU «le da la razón en parte» porque recoge
varias alegaciones que presentó, como la calificación del Prat de
Vila como suelo rústico. Sin embargo, cree que el documento es
«mejorable» y contiene aspectos «preocupantes» como un techo de
población excesivo. De la misma opinión es el Grup d'Estudis de la
Naturalesa (GEN), que opina que la cifra de 99.000 habitantes es
muy elevada, aunque está satisfecho con que se contemple ses Feixes
como rústico. Ambos creen que el número de viviendas previsto en
Can Escandell es desproporcionado.
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