Las agrupaciones musicales y las bandas de cornetas y tambores están casi siempre presentes en las fiestas patronales de los pueblos de la isla. El mundo de las bandas musicales no resulta del todo atractivo porque no se vive ni se siente como en otras zonas de España (Andalucía, por ejemplo), es decir, es una tradición que no está asentada totalmente en la isla. «No es una costumbre propia de aquí. Sin embargo, cuando tocamos en las fiestas patronales la gente disfruta con los acordes que salen de los instrumentos», asegura Vicente Nadal, presidente de la Asociación musical Jesús de la Agonía. La pasión por las bandas, según cuenta, se lleva en la sangre porque se dedica muchísimo tiempo a todo lo relacionado con ellas: ensayos, elegir vestuario, preparar las salidas y una larga lista de aspectos que deben cumplirse para que las actuaciones, y la banda en general, se desarrollen de manera satisfactoria. Por ello, es una costumbre que suele pasar de padres a hijos. En este sentido, que las bandas no resulten atractivas para el público de la isla repercute de manera directa en el número de personas que la integran ya que, por regla general, no cuentan con muchos miembros. La banda sa Colla des Riu, en una ocasión, pegó carteles por las calles de Santa Eulària para intentar conseguir nuevos músicos. En la actualidad, esta banda cuenta con unas 50 personas, la Agrupación musical Ntra. Señora de los Dolores tiene unos 37 miembros mientras que la Agrupación Musical Jesús de la Agonía está formada por 25 personas, aproximadamente.

Para formar parte de una de estas bandas de música lo único necesario es tener voluntad, ser constante y tener ganas de tocar un instrumento aunque no se sepa. Las edades de la gente que está integrada en estos grupos son muy variadas ya que abarcan desde los nueve años hasta los 50, aproximadamente. Económicamente estas bandas subsisten de diferentes maneras. Sa Colla des Riu, por ejemplo, recibe todo lo que necesita del Ayuntamiento de Santa Eulària. «No tenemos queja del ayuntamiento porque siempre nos ha ayudado en todo lo que hemos precisado. En este sentido, estamos muy contentos», afirma el presidente de esta banda. La Agrupación musical Jesús de la Agonía no recibe las subvenciones necesarias para costear los instrumentos ni los uniformes. «Es una lástima porque ponemos todo nuestro empeño y no encontramos el apoyo de las instituciones públicas», cuenta Vicente Nadal. Por otra parte, la Agrupación Musical Ntra. Señora de los Dolores precisa que las instituciones públicas no conceden locales de ensayo. «La gente nos denuncia diciendo que hacemos ruido cuando, en realidad, lo que hacemos es música», afirma el presidente de esta agrupación.

María José Real