Con el house en las platinas y el glamour a la altura del tamaño de sus porteros (siete tíos de dos metros impecablemente trajeados), la noche de Eivissa desembarcó en la madrugada del pasado domingo con toda su artillería pesada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, templo sagrado de la sapiencia, que por unas horas cerró los libros para ponerse a bailar sin freno. El éxito de la Ibiza Closing Party, en esta ocasión celebraba su quinta edición, podría perfectamente medirse por el número de personas que se quedaron fuera bajo la lluvia sin entrada: en esta ocasión fueron más de ochocientas, por las dos mil quinientas que sí lograron franquear previo pago la solemne puerta y subir por las escaleras del palacio de las artes madrileñas. Cinco pisos cinco, en el que los dioses del verano ibicenco, que son los Dj' s residentes de sus megadiscotecas, ponen una vez al año, hasta las siete de la madrugada, las pilas a una concurrencia con una media de edad próxima a los veinte años que, en la mayoría de los casos, jamás ha puesto un pie en la isla. José de Divina, Java, Elías, Kim Kennedy, Susso, Reche y la especial guest Marysol, se ocuparon ayer de, como dicen en su gremio, «mantener la cuerda tensa del principio hasta el final», que es como decir que la cosa no decaiga. A juzgar por las caras de gozo, las caderas convulsionándose, el clima de buen rollito de la cuasi pubescente parroquia, a fe que lo lograron.

Los organizadores del evento, la firma Static Sound System, de propietarios ibicencos o estrechamente ligados a la Isla, explicaron que el motivo de montar todo este pollo, además de para satisfacer a los amigos de Madrid amantes del mejor house, tiene algo de cruzada diplomática, de promoción de Eivissa en la capital de España. El hecho de que se celebre en un lugar como el Círculo de Bellas Artes no viene mal para desterrar la idea de que la madrugada de Eivissa es sólo divismo y drogas; «te vas a cualquier pueblo de Toledo o de Huesca y los chavales se meten más droga que en Eivissa», atestiguó uno de los organizadores. Antes de terminar la fiesta, algunos chavales que se quedaron fuera apuntaron sus nombres en una lista, para que no vuelva a sucederles lo mismo en la Ibiza Closing Party de 2004. Así de fuerte es esta locura que parece que cada año va a más y que ha logrado hacerse un hueco en las agendas festivas de muchos de los jóvenes de la capital.
El éxito de esta convocatoria ha dado qué pensar a sus organizadores que ya piensan en comenzar una gira por todo el país a lo largo de todo este otoño-invierno en la que participarán los siete dj's convocados en la Ibiza Closing Party del pasado fin de semana para dar a conocer los sonidos de la isla en todos los rincones del país.
A pesar de que todavía está por concretar el calendario, todo apunta a que este proyecto musical sea una realidad en breve para dar a conocer los talentos musicales de la isla a nivel nacional.

Iván Terrasa