E ntre el variopinto mundo de personajes que han desfilado en estas crónicas, todavía no había aparecido la figura y nombre de ningún bailarín a pesar de que he conocido y he tratado a varios gran importancia. Conocí y cené con Antonio Gades, en el antiguo Ku, Carlos Martorel me presentó al famoso Mihail Vareshnikov y desayuné también con Joaquín Cortés. Sin embargo, al bailarín que he seguido más de cerca y por el que he sentido y siento auténtica admiración es por nuestro Antonio Márquez.

Le llamo nuestro ya que llegó siendo muy pequeño a Ibiza, creció en San Antonio y se siente completamente vinculado a la isla y como un ibicenco más. Cada día que tiene unos días libres los pasa en nuestra isla de una forma muy discreta y sin aparecer en saraos ni fiestas. No hace vida social de ningún tipo porque viene únicamente a descansar y a estar cerca de los suyos.

La primera vez que le ví trabajar en escena fue en una función benéfica en el cine Cartago organizada por la gran pareja de artistas y buenos amigos míos que eran María y Paco Torres. El coro de danzas estaba compuesto casi en su totalidad por niñas y me llamó la atención un chiquito que se entregaba de una forma impresionante al baile, sudaba la camiseta, se transformaba y todo su pequeño cuerpo era arte. Al final de la función fui a felicitar a Paco y le mencioné la actuación del chico. Al responderme los ojos de Paco se iluminaron y me dijo que el chaval llevaba la danza en el cuerpo y que su pasión era el baile.

Pasaron varios años, incluso me había olvidado de aquella primera visión, cuando Paco y María Torres volvieron a organizar otro festival, esta vez en eCasino de Ibiza. El espectáculo estuvo muy bien montado, con destacadas actuaciones de todas las jóvenes bailarinas, pero volvió a relucir entre todos el mismo chaval de años atrás a pesar de ser mucho más bajo que sus compañeras de grupo. A este espectáculo asistí acompañado de una amiga mía extranjera que al ver la actuación del joven se empeñó en decir que el chaval era un profesional que se había metido entre los alumnos de la escuela de baile.

Al final fui otra vez a felicitar a Paco Torres y me presentó al chico, muy jovencito, al que le pregunté por su futuro. Y él me respondió que su mayor anhelo era salir de Ibiza para abrirse camino en el difícil mundo del ballet.

Posteriormente en una ocasión Paco me comentó que ya no podía enseñar más a su pupilo, pero que estaba muy orgulloso y lo consideraba su hijo artístico.

Pasados los años me interesé por él y me dijeron que se estaba abriendo camino en Madrid en el mundo del ballet como una de las primeras figuras en eBallet Naciona. Y años después nos encontramos en San Antonio, ya era un hombre. Hablamos un rato y lo invité a una de mis cenas. Antonio accedió encantado y asistió acompañado de su novia bailarina de su ballet de entonces, y recuerdo que cautivaron a los invitados por su amabilidad, simpatía y sentido del humor. Antonio desprende una clase de magnetismo especial incluso fuera del escenario que fascina a todo el mundo.

Le he visto varias veces actuando. Una en eParque Reina Sofía con su propia compañía, entusiasmando al público que pidió varios bises. También en programas de televisión y he seguido su carrera a través de distintos medios de comunicación. El momento cumbre de su carrera fue cuando fue seleccionado para estrenar en presencia de los Sus Majestades los Reyes como primer bailarín con su compañía de ballet en eTeatro Real de Madrid la obra 'El sombrero de tres picos'.

La última vez que le vi actuar fue en la Expo de Sevilla y se que le llueven los contratos y las giras por España y el extranjero y se ha colocado en el mundo del ballet español como una de las primerísimas figuras.

Para finalizar adelanto como primicia que se está gestionando en el Antonio actúe en las fiestas de San Bartolomé del próximo año en San Antonio y según tengo entendido, su actuación sería totalmente gratuita.