Pilar Maldonado, disfrazada de bruja de Halloween, fue la encargada de dirigir la partida de bingo. Foto: V. FENOLLOSA

El día de Todos los Santos en en Hospital de Cas Serres tuvo un toque dulce y especial. Los internos de este centro pasaron un día diferente y divertido en el que el gran protagonista fue el Rosario de gigantes dimensiones que presidió el salón de actos hasta el final de la tarde. Este Rosario, cargado de unos 120 panellets además de magadelenas, bombones, nubes de azúcar y otras delicias que hacían la función de cuentas, es fruto del trabajo elaborado en las últimas semanas por los integrantes del taller ocupacional en el que realizan distintos tipos de manualidades. En este caso, los mayores se encargaron de engarzar en una cuerda especial los panellets y envolver el resto de dulces en papeles de colores que dieron un toque especial y festivo al Rosario que formó parte de la merienda-cena servida ayer en el comedor del centro.

Pero además del toque decorativo y gastronómico la tarde contó con la presencia de Pilar Maldonado, una voluntaria y estrecha colaboradora del centro hospitalario que, disfrazada de bruja de Halloween, amenizó y dirigió el desarrollo de una larga partida de bingo en la que participaron todos los presentes en el salón de actos del complejo. «Será un bingo un tanto especial en el que participarán todos y en el que todo se va a animar de manera paulatina, ya que la intención es que todos canten bingo y se lleven algún obsequio», dijo la animadora, que se presentó con un cuidadoso y detallista disfraz y un magnífico maquillaje.

Con una música especial de fondo, la bruja comenzó a cantar el 'bingo de Halloween' por el sistema tracional de Alicante en el que cada nombre tiene un nombre. «Desde el número 1 que es el galán hasta el 00 que es la muerte», explicó Pilar Maldonado mientras daba los últimos retoques a su puesta en escena.

Castañas y boniatos asados sirvieron también para pasar un rato agradable en el que todos los participantes consiguieron un detalle especial de una jornada en la que tampoco fallaron las voluntarias que colaboran a diario en el centro.