Los hoteleros creen que el lleno de agosto no salvará la temporada

Eso sí, el incremento en la actividad hasta los topes que se producirá este mes no servirá, «ni mucho menos», para superar el mal trago que ha supuesto la caída del turismo en los tres primeros meses de temporada. Pese a que Matutes aún no dispone de los datos de ocupación hotelera de la segunda quincena de julio, augura que serán iguales a los de la primera quincena, con una caída del 7'2 por ciento con respecto al año pasado.

El aumento de la demanda en agosto se debe, según Matutes, a «la presión» que ejercen algunos mercados, como el italiano o el español, que «si encuentran plazas en los aviones» van a cubrir, dice, «los huecos» de otros mercados, como el alemán, que está en recesión.

Pese a las buenas perspectivas, los hoteleros no esperan que los resultados de agosto «salven la temporada», aunque «es un mes bueno desde el punto de vista del rendimiento», porque se trabaja con «ocupaciones y precios elevados». Con todo, Matutes subraya que los resultados de la entrada y salida de la temporada «marcan la rentabilidad, y este año hemos empezando muy mal» y la salida no parece presentar mejores perspectivas». Los hoteleros se han mostrado «muy preocupados» por lo que ocurrirá en septiembre y octubre e incluso temen que algunos hoteles «pueden cerrar mucho antes que otros años».

Pedro Matutes mantiene que más que la ocupación, a los hoteleros les preocupa sobremanera la facturación. «La ocupación ha bajado, pero es que también han bajado los precios por lo que los hoteleros ingresan menos», dice. Matutes calcula que la facturación de los hoteleros ya habrá caída entre un 15 y un 20 por ciento y que difícilmente se va a recuperar. «La rentabilidad es mínima. La mayoría de los hoteleros intentarán aprovechar este mes para recuperar las pérdidas de los meses anteriores», puntualiza.