La jueza Carmen Robles visitó ayer ses Torres a las 18 horas para
reconocer la Unidad de Actuación 2.1 y analizar, como había
sugerido el abogado de la acusación popular, Ignasi Ribas, su grado
de consolidación. A la inspección sólo acudió Ribas, mientras que
los letrados de los imputados rehusaron estar presentes.
Ignasi Ribas considera que la visita pudo servir a la jueza para
comprobar que las obras de urbanización «son recientes» y que «no
existen edificaciones», por lo que difícilmente se pueden calificar
esos terrenos como consolidados. También sugirió que si los
abogados de los imputados no habían acudido a esa cita fue para no
pasar el mal trago de admitir que la consolidación es «a todas
luces inexistente».
En esa visita, la jueza pudo observar cómo en la valla que rodea
las obras hay un cartel en el que se explica que la licencia de
edificación de las 77 viviendas que la empresa Lloma Talamanca
pretende levantar allí ha sido «ganada por silencio administrativo»
el 9 de mayo. Precisamente, y como publicó este diario hace dos
días, desde que el alcalde decidió en octubre -y a causa de la
denuncia de Esquerra Unida ante la Fiscalía por este caso- no
otorgar más licencias, todas las peticiones de silencio
administrativo formuladas por particulares y empresas han sido
desviadas desde el Consistorio a la Comisión Insular de Urbanismo
(CIU), que el lunes verá los primeros casos.
En ese cartel se indica que las obras fueron comenzadas el 6 de
junio pasado y que tienen un plazo de ejecución de 18 meses. Carmen
Robles también se percató de que, aparentemente, las obras se
mantienen paralizadas desde que lo ordenó. Ese acuerdo, adoptado el
18 de julio, fue recurrido por Lloma Talamanca, la promotora de la
urbanización, que motivó que la jueza emitiera un auto en el que
razonaba esa decisión. Por otra parte, el abogado de la acusación
popular anunció ayer que tiene previsto solicitar la declaración
como imputados de los ediles de la comisión de gobierno de Santa
Eulària que el 13 de septiembre de 2001 aprobaron, fundamentándose
en el PDSU, la licencia de parcelación a pesar de que el Consell
había advertido previamente de que ese planeamiento era nulo.
Asimismo, pedirá «testimonio de todas las certificaciones que
haya emitido el secretario accidental de la Corporación, Enrique
Barreda Peris, durante el año 2001 en relación a la Unidad de
Actuación 2.1 de ses Torres. El secretario declaró ayer por la
tarde por espacio de 90 minutos y, según Ribas -ni Barreda ni su
abogado, José María Roig, quisieron realizar manifestaciones a la
prensa-, «dijo que lo desconocía todo, a pesar de ser el encargado
de velar por la legalidad de los acuerdos del pleno y del
Ayuntamiento». No sabía cómo el PGOU clasificaba esos suelos, ni si
se han ejecutado obras en ses Torres, ni si estaba consolidado en
1988, ni si el Consell advirtió de la supuesta ilegalidad de la
actuación municipal.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.