El presidente del Partido Popular (PP) de las Pitiüses, Josep Juan Cardona, culpó ayer a la Conselleria balear de Medi Ambient de que el agua que llega a la depuradora de Santa Eulària posea un alto contenido de sal, lo que impide su uso directo para el cultivo si previamente no ha sido tratada con una desaladora.

Durante los desayunos que los consellers del PP mantienen cada viernes con los medios de comunicación, Juan explicó que la causa de que el agua que llega a la depuradora tenga tanta sal es que varios hoteles vierten a la red la salmuera que producen sus desaladoras privadas. Según el conseller popular, esos establecimientos no disponen del permiso de Medi Ambient para echar al mar la sal resultante del proceso, por lo que se ven obligados a tirarla al alcantarillado. Esas instalaciones privadas son necesarias porque pese a que los hoteles se encuentran en suelo urbano no llega hasta ellos la red municipal de agua potable.

De esa manera se sala el agua residual de Santa Eulària, que en principio debería ser más dulce porque su principal acuífero es prácticamente hermético a la intrusión marina, según detalló Juan, quien calificó de «absurdo» que se haya instalado la desaladora en la depuradora de Santa Eulària.

Por otra parte, el conseller Pere Palau recordó que un año y medio después de la aprobación de la ley de Consells aún no se ha puesto en práctica el artículo 17, que habla de «debates sobre la actuación política general». En concreto, Palau insta al Pacte a convocar un debate anual sobre la «orientación general de la política de los órganos ejecutivos del Consell». «No sé por qué tienen miedo a hacerlo», añadió el popular.