Menos ruido en el puerto

«Los pasacalles tendrán que pasar antes por las calles y tampoco podrán utilizar elementos que sean escandalosos [pitos, panderetas, saxofon e incluso alguno lleva un órgano colgado del cuello]. Son igual de efectivos sin ellos ya que lo más importante es el glamour que desprenden», explicó el concejal de Gobernación, Pedro Campillo, que acompañó a Tarrés y a Ribas en el acto de la firma del convenio.

El grueso del convenio es prácticamente calcado al del verano pasado. «Seguimos la misma línea, pero con un año más de experiencia. La idea es compatibilizar el orden y la limpieza con el desarrollo de esta actividad de promoción de las salas de fiestas», apuntó Campillo.

Al igual que el año pasado, en el puerto sólo podrá haber dos ticketeros por discoteca y se establece un radio de protección comprendido entre la avenida Santa Eulària, desde la calle Carlos III hacia el centro de la ciudad, Ignacio Wallis y Joan Xico hasta la plaza de sa Riba y Dalt Vila.

El alcalde hizo especial hincapié en cómo ha cambiado la actividad de los ticketeros en los últimos tres años: «Recuerdo que cuando llegamos al Ayuntamiento, la promoción de las discotecas era muy agresiva. Ahora ya no es así, sin que por ello se hayan resentido las discotecas».