J. M. R. La red de servicios sociales del Ayuntamiento de Eivissa atendió el pasado año 646 casos, lo que supone un aumento del 52 por ciento respecto a 2000, cuando se registraron 447 casos, según datos que aparecen en la memoria de 2001 de la concejalía de Bienestar Social que ayer fueron explicados en rueda de prensa por el edil Santiago Pizarro. De todos esos casos, 425 se dirigían por primera vez a los servicios sociales, mientras el resto ya tenían expediente abierto. Si cada uno de esos expedientes se multiplica por 4'5 (correspondiente a la media de unidad familiar), el titular de Bienestar Social calcula que en total fueron atendidas 2.907 personas, lo que representa un 7'45 por ciento de los residentes de la ciudad (39.000 habitantes).

Por sectores de población, la mayor parte de las demandas procedían de inmigrantes (un 28 por ciento), familias (21 por ciento), mujeres (13 por ciento) y ancianos. Respecto a las demandas de atención, casi todas fueron por problemas de subsistencia (para cubrir gastos de alimentación, farmacéuticos, vivienda, desplazamientos), seguidas de las que reclamaban información e inserción social. El concejal insistió en que además de aumentar año tras año los casos atendidos también crecen los presupuestos y los programas sociales, así como el número de profesionales que trabajan en esos servicios, que ahora son 22, lo que supone 18 más que en 1999, cuando el Pacte se hizo con las riendas del Consistorio.

Entre los programas llevados a cabo, Pizarro destacó cuatro, especialmente el que debía detectar las dificultades de adaptación de la población de «diferentes culturas» a las viviendas de protección oficial del barrio de Can Misses. También consideró sobresalientes los programas de «atención y respiro» a las personas que atienden a la gente mayor y con discapacidades graves, de prevención del absentismo escolar y de cuidado de los escolares del instituto Santa Maria con dificultades sociales, con el que se daba respuesta a situaciones de riesgo. Pizarro también valoró el incremento de las aportaciones externas a los programas sociales del Consistorio, que han pasado de los 17 millones de pesetas en 1999 a 56 millones.