El anfitrión de la cumbre, el ministro de Medio Ambiente, Jaume
Matas, expresó su satisfacción, en rueda de prensa, por «lograr
reunir en mi tierra a todos los representantes de la UE en materia
de medio ambiente», al tiempo que advirtió sobre los peligros que
amenazan al suelo. «Más del 16 por ciento del suelo de la UE (el 18
por ciento en España) está afectado por la degradación», dijo. «Por
ello, España ha querido dar la voz de alarma ante esta ausencia de
un marco común y lanzar una política comunitaria para la protección
integrada de la calidad de los suelos. De esta forma se completaría
el marco ya existente para la protección del agua y de la
atmósfera», indicó. Los ministros de Medio Ambiente de los Quince
analizaron ayer una Comunicación elaborada por la Comisión Europea
con el apoyo de España, denominada «Hacia una estrategia temática
para la protección del suelo». Ese documento, junto a otro que ha
preparado la presidencia española de la UE, constituye la base para
alcanzar una acuerdo político en materia de suelos.
Según dijo Matas, «la protección del suelo garantiza el
desarrollo sostenible de las sociedades, puesto que este recurso
protegido redunda en beneficios, tanto para la economía, el medio
ambiente, como para la calidad de vida de los ciudadanos». Para el
ministro español de Medio Ambiente, «es muy importante que nuestra
presidencia deje la huella de una visión medioambiental desde el
sur de Europa, ya que las afecciones que sufre el suelo se agravan
en las regiones mediterráneas». Añadió que el suelo «es un recurso
limitado y no renovable». «Los principales problemas de degradación
que vamos a abordar los Estados miembros son la erosión, la
contaminación, la perdida de materia orgánica, la salinización, el
sellado y la compactación», dijo.
La presidencia española aporta a la cumbre de Palma un documento
de apoyo a la comunicación de la CE. En el mismo, España pone de
manifiesto la importancia de conservar todos los elementos que
componen el suelo, poniendo especial cuidado en proteger la
biodiversidad, favoreciendo los procesos biológicos y evitar la
pérdida de materia orgánica del suelo. Reconoce las funciones del
suelo como la producción de biomasa, hábitat y reserva genética,
base de asentamientos urbanos y fuente de materias primas, entre
otras. También resalta que la información sobre el estado de los
suelos en la UE es todavía muy escasa, a pesar de que existen
diversos estudios que ponen de manifiesto la magnitud de los
problemas de degradación.
En sus conclusiones, la presidencia española afirma que la
Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo
sobre protección de suelos constituye el primer paso para la
elaboración de una estrategia, y es una buena base para alcanzar un
consenso político en materia de protección de suelos. La
comunicación de la CE, junto con el documento español, constituyen
la base del texto que deberá aprobar el último Consejo de Ministros
de la UE bajo presidencia española, que se celebrará a finales de
junio, indicó Matas. Las primeras reacciones no se hicieron
esperar. El secretario de Estado de Medio Ambiente del Reino Unido,
Michael Meacher, destacó la importancia de la cumbre de Palma,
porque «por primera vez se ha puesto sobre la mesa el grave
problema de la degradación del suelo». «Habíamos celebrado otras
reuniones, pero nunca habíamos tratado con tanta profundidad el
tema de suelo, de los agentes químicos, pesticidas que lo
contaminan, y felicito al ministro Matas por haber sido el
anfitrión de un encuentro muy importante», dijo Meacher.
Las conclusiones que adopten los ministros de Medio Ambiente en
Palma serán abordados en la próximo reunión del Consejo de Medio
Ambiente de la UE, y en él, esperan alcanzar un consenso para
lograr un marco común de protección del suelo. Hoy, sábado, está
previsto que Matas realice un balance final de lo tratado ante los
medios de comunicación, intervención que dará por concluida los
aspectos formales de la cumbre de Palma.
Protesta festiva de la plataforma
anticumbre
La acampada, y posterior velada musical, organizada por la
plataforma organizadora de la anticumbre, comenzó unas horas antes
de lo previsto y con polémica al filtrarse, desde el Ayuntamiento
de Palma, que los activistas no tenían permiso para acampar en el
Parc de la Mar y que este sólo se había solicitado «para organizar
una fiesta musical». Una marcha en bicicleta, también de protesta,
contó la participación de entre 200 y 300 personas según los
tramos. Todos los actos fueron seguidos muy de cerca por un
amplísimo cordón de seguridad.
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