U n grupo de 16 alumnos acudieron ayer al salón de actos de los sindicatos, en Eivissa, para celebrar, en compañía de sus profesores y de algunos progenitores, la clausura del curso de árabe que por segundo año ha organizado la Asociación de Inmigrantes Marroquíes.

Las clases se han impartido tanto en Eivissa como en Sant Antoni, donde la fiesta tendrá lugar a finales del próximo mes de junio. En total, unos 70 alumnos de entre 6 y 15 años han acudido a estas clases que, como explicaba uno de los profesores, Omar Oulad Bejit, combinan la enseñanza de la lengua con la de la cultura árabe. «Las clases se dividían en tres niveles, el básico, en el que nos centrábamos en la ortografía, el medio y el avanzado. A los que ya sabían árabe les hemos enseñado a leer frases y textos. Primero se escriben las consonantes y luego se añaden las vocales. Ese es el mejor sistema para evitar una lectura errónea», explicama Omar.

Omar Oulad, quien ha impartido las clases junto a Abdelkaden, asegura que a pesar de que los niños deben aprender muchas lenguas, su trabajo consiste en no confundirles. «Nosotros nos proponemos el reto de respetar el ritmo de enseñanza de cada niño para no interferir en ello», apunta. Durante ocho meses, tres horas a la semana, los niños y chavales han acudido con placer a sus clases de árabe. Han hecho exámenes, pero manteniendo un ambiente lúdico para que no se sintieran agobiados entre tantas clases y entre tantas lenguas que asimilar. Mariam tiene 9 años, ha nacido en Eivissa y está muy contenta de haber participado en este curso. «Nos hemos divertido y no me parece difícil, el catalán lo es más», asegura. Chaime, de 5 años, y Sara , de 8, son de la misma opinión.