El nuevo presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales Superiores de Balears, Salvador Fonollá, ofreció ayer al primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Pedro Campillo, un convenio de colaboración para que el consistorio pueda disponer de los servicios de un titulado para que asesore a la institución en los asuntos de su especialidad.

Fonollá, que visitó la isla para presentar al delegado del colegio en las Pitiüses, Vicente Cardona Roig, explicó que los profesionales pueden ser una ayuda muy importante a la hora de abordar determinados problemas de la ciudad y reclamó la cuota de protagonismo que merece su trabajo en ámbitos importantes como la rehabilitación y reforma de edificios, el saneamiento urbano o el diseño de la futura estructura energética del archipiélago.

Precisamente el plan director de energía es uno de los asuntos que más preocupan al colectivo porque consideran que el proyecto contiene agujeros importantes que impedirán que se desarrolle con éxito, además de entender que se ha optado por una solución más política que técnica: defienden que el gasoducto es un error porque la conexión eléctrica con la península y entre las Islas resulta más eficiente y permite liberar recursos manteniendo el objetivo de disminuir al mínimo la contaminación.

También denuncian que el plan no prevea cosas como un depósito para el gas (éste llegará directamente a las centrales de producción por el conducto) o los corredores por los que la nueva energía debe distribuirse. También denuncian el intrusismo en la profesión, fundamentalmente por parte de ingenieros técnicos (titulación de grado medio). Dos sentencias del Tribunal Supremo les dan la razón.