Las horas de Tecnología para uno de los grupos de 4º de ESO del IES Algarb de Sant Jordi están calando hondo entre los jóvenes alumnos. Las explicaciones teóricas sobre Física, con casos reales que los propios estudiantes han vivido practicando a bordo de un catamarán combinadas con la construcción de las piezas de un rompecabezas cuya forma final tiene forma de esta embarcación, son los culpables de este gran interés e implicación del alumnado en la asignatura. Norbert Moreno, Rafel Serra y Jaume Torres, profesores los dos primeros, y monitor el tercero, son los culpables de este gran interés y éxito en el desarrollo de estas clases de Tecnología atípicas que forman parte de un proyecto educativo innovador, que dio sus primeros pasos el pasado curso y culminará el próximo con el acabado de una nave con forma de catamarán lista para hacerse a la mar.

Cada viernes el aula de Tecnología del Algarb se convierte en una amena y divertida clase de Física en la que Jaume Torres, monitor de vela y submarinismo de la Anfibios, explica pormenores importantes y cotidianos como la flotabilidad de los cuerpos, los vientos y vectores a través de un diálogo continuo con los chavales que dan sus propias definiciones y se apoyan en sus propias experiencias para razonar y saber el porqué de cada cuestión física aplicada al mundo de la navegación.

«Se trata de un proyecto integral con contenidos de Física, un taller práctico de navegación, otro de nudos marineros y un taller de construcción de piezas en el que los alumnos aplican conocimientos de carpintería y marquetería», resumió Norbert Moreno, defensor de esta modalidad educativa que está dando muy buenos resultados por la gran participación e implicación de los estudiantes, que ven el lado práctico de teorías que hasta el momento les habían sido explicadas, en la mayoría de los casos, de una manera aburrida y poco atractiva. Sin duda el momento más divertido para los chavales es el de las prácticas de navegación a bordo de catamaranes de Anfibios en Platja d'en Bossa en las que ya han aprendido a hacer distintos movimientos y manejar las embarcaciones con la ayuda de un grupo de futuras monitoras de vela que participan en un curso organizado por el SOIB.

El proceso de fabricación de las piezas del catamarán al que todavía no se le ha puesto un nombre, centra gran parte de las horas prácticas dentro del taller de Tecnología. Los alumnos, agrupados en grupos de cuatro personas, se dedican a trazar sobre finas planchas de madera las líneas que darán forma a las piezas del catamarán. «No es algo complicado. Hay que tener cuidado al cortar la madera», explicó una de las alumnas antes de serrar con una fresadora la madera. «Además de ser muy divertido, aprendemos a trabajar en equipo y técnicas que nos sirven para hacer muchas cosas en casa», añadió. «Aquí nos lo pasamos mejor que en otras asignaturas», explicó otro de los integrantes de este grupo de estudiantes de Secundaria mientras observaba atentamente junto al resto de compañeros de equipo los pasos a seguir para hacer las piezas que forman parte de la estructura interna del catamarán. En lo que resta de curso los jóvenes pondrán a punto sus piezas con imprimaciones y baños de fibra.