Detrás del consumo de éxtasis hay unas consecuencias que afectan a todo tipo de trastornos. Psiquiatras consultados de la unidad de salud mental de Es Viver han detectado pacientes, algunos de ellos muy jóvenes, con trastornos de ansiedad a consecuencia de la ingestión de sustancias. La vida nocturna con el consiguiente cambio en el ritmo circadiano y el abuso de algunas sustancias, como éxtasis o cocaína, ocasiona problemas mentales. No obstante, los pacientes detectados no acudieron por este motivo, sino porque sufrían un problema de ansiedad. «Después se descubre que están consumiendo pastillas», apunta el psiquiatra Gustavo Lucas.

Entre un 5 y un 10 por ciento de la población sufre ansiedad. La ansiedad es un mecanismo de defensa frente a una situación estresante. «Si la ansiedad es desadaptada es cuando se convierte en una patología, cuando la ansiedad se desborda». Uno de los trastornos más frecuentes son los somatomorfos: dolores cervicales, cabeza o de asma. Es decir, cuando los síntomas psíquicos se somatizan en el cuerpo.

Es en esta época del año cuando aumentan las visitas a las consultas de los psiquiatras. Ahora se ven muchos casos de descompensaciones maniacas en pacientes bipolares. «Se trata de gente que está muy contenta, hace muchas compras, están acelerados, demasiado felices , hipersexuales y muy desinhibidos», relata Lucas. Un trastorno del estado de ánimo que esconde una depresión.

Otros de los trastornos más habituales son los bipolares, muy habituales en Eivissa a consecuencia de la luz y la genética. Las mayores descompensaciones se producen en primavera y verano, coincidiendo con las épocas del año donde hay mucha más luz.