La negociación entre Govern y touroperadores sobre el aplazamiento y la mejor fórmula para aplicar la ecotasa en Balears, ha registrado encuentros y desencuentros durante el último año, conversaciones que no han llegado a puerto y han finalizado con la decisión del Ejecutivo de aplicar la ecotasa a partir del 1 de mayo. Los primeros contactos entre el Ejecutivo balear y la Federación Internacional de Touroperadores (IFTO) se produjeron a finales de verano del año pasado, cuando los consellers de Turisme y d'Hisenda, Celestí Alomar y Joan Mesquida, se reunieron con el presidente de IFTO, Martin Brackembury. Durante este encuentro los consellers intentaron obtener de Brackembury un compromiso a través del cual los mayoristas incluyeran en sus catálogos el impuesto turístico.

Tras el 11 de septiembre, el presidente de IFTO y parte de su junta directiva, se desplazaron a Palma donde fueron recibidos en audiencia por el presidente del Govern, Francesc Antich, en el Consolat de Mar. Fuentes próximas al Govern señalan que tras ésta reunión, «IFTO empezó a hacerse el despistado». Las mismas fuentes apuntan posibles presiones desde Madrid, resaltando que la ecotasa seguía suspendida cautelarmente.

Durante la feria turística de Fitur un grupo de hoteleros de Balears liderados por Jaume Cladera, ex conseller de Turisme del PP, se desmarcan de la postura generalizada de la Federación Hotelera de Mallorca, que se opone frontalmente al impuesto turístico. Este grupo de empresarios, ante las previsiones desfavorables para Balears, se muestran dispuestos a la negociación y piden al Ejecutivo autonómico que aplace la ecotasa hasta el mes de noviembre. Había una carta dirigida al conseller de Turisme en este sentido, que no llegó a su destinatario por la oposición de la patronal hotelera.