EUGENIO RODRIGUEZ La construcción del tercer centro de salud en Eivissa y el destino final de los fondos de la controvertida ecotasa han abierto de nuevo el debate sobre el proyecto urbanístico de ses Feixes d'es Pratet. Los ecologistas y el propio Govern rechazan, por una parte, la construcción del nuevo equipamiento sanitario en un solar de es Pratet, colindante con el cinturón de ronda, de propiedad municipal. Para unos porque se trata de una zona inundable y para otros porque es un espacio húmedo, que la Ley de Aguas del 86 obliga a recuperar y proteger.

Por otro lado, el Consell Insular proyecta invertir una parte del dinero que se recaude con el impuesto turístico en la recuperación de ses Feixes d'es Pratet. Los ecologistas van más allá y reclaman que se use este tributo para desclasificar todo el suelo urbano de la zona para recuperar íntegramente este espacio. Los planes del Ayuntamiento de Eivissa son otros bien distintos. Los técnicos del Consistorio calculan que el coste de desclasificar todo el suelo urbano de la zona ascendería a 18'6 millones de euros (3.100 millones de pesetas aproximadamente). «Tenemos que tener los pies en el suelo y, ahora mismo, la ecotasa no ofrece las garantías necesarias para emprender una operación de esta envergadura», explica el concejal de Urbanismo, Joan Boned.

Por ello, el Ayuntamiento tiene otras intenciones que pasan por urbanizar el perímetro de es Pratet y destinar el centro de la zona (sector 6), que abarca una superfície de 10 hectáreas declarada por la Comisión de Patrimonio como Bien de Interés Cultural (BIC) por su valor etnológico, a un pulmón verde de la ciudad en forma de parque. El Ayuntamiento también utiliza en favor de su proyecto los informes realizados por los técnicos para declarar el sector 6 de es Pratet como BIC, que consideran inviable la recuperación ecológica de la zona y recomiendan concentrar los esfuerzos en ses Feixes de Talamanca.