Una panorámica general de la residencia de mayores de Cas Serres. Foto: MARCO TORRES

Cuarenta personas mayores están en lista de espera para ocupar una plaza libre de las 160 de las que dispone la residencia de Cas Serres, que se encuentra con un nivel de ocupación del cien por cien. Durante el año 2001 se contabilizaron 141 peticiones de acceso a la residencia, un número similar a las solicitudes de años anteriores: 140 demandas en 1999 y 137 en 2000. En los últimos tres años se ha registrado una demanda constante de peticiones para entrar en el hospital.

La directora de la residencia, Josefa Marí, precisó que de estas 141 demandas unas 40 son «peticiones urgentes y prioritarias». Durante 2001 se ingresaron 60 personas. El déficit de camas constituye un problema que tiene la residencia de Cas Serres, uno de los pocos recursos sociosanitarios para mayores de los que dispone las Pitiüses, a la espera de que el Consell de luz verde a los proyectos de residencias para personas mayores en Santa Eulària y en Formentera.

Las peticiones con más demanda son los de la unidad de hospitalización. Cas Serres también ofrece la posibilidad de estancias temporales. Durante el año pasado se realizaron 18 ingresos temporales, pero el objetivo es alcanzar los 24. Hay varios motivos que explican porqué no se han podido cumplir los objetivos: la falta de plazas, las estancias medias se han alargado o las patologías se han complicado.

La coordinadora de la Conselleria insular de Benestar Social, Milagros González, explicó que, en ocasiones, las demandas que hacen las familias no corresponden con las necesidades reales. «Si están muy agobiados piden residencia, pero cuando haces un estudio de la demanda ves, en algunos casos, que realmente lo que necesita es una ayuda domiciliaria. Hay que estudiar detenidamente cada caso», subraya la coordinadora.