El Consell acomete una reforma en el hospital residencia de Cas Serres para adaptar el centro a las necesidades existentes. Dentro de unos meses contará con una unidad de psicogeriatría de 22 plazas para residentes y un centro de día con 20 plazas.

Con la puesta en marcha de estos dos nuevos recursos se ha adaptado el hospital para contar con talleres específicos, como el de rehabilitación de la memoria. La idea es centralizar todos los servicios aprovechando los recursos existentes.

La unidad de psicogeriatría, que ya está prácticamente acabada, acogerá a 22 pacientes con problemas de demencia. Separada del resto del hospital, ubicada en un ala de la planta baja, pero con la posibilidad de que los usuarios utilicen el resto de servicios, permite acoger en un lugar a las personas con este tipo de problema. «Queremos que tengan un espacio para su movilidad, pero evitando riesgos», comenta la directora del centro, Josefa Marí.

En paralelo a esta nueva unidad, el Consell trasladará el centro de día del IBAS a Cas Serres. De las ocho plazas existentes pasarán a 20. Las obras no van tan rápidas como en la unidad de psicogeriatría. «No queremos que se abra un centro que no sea seguro y no cumpla con las necesidades de las personas», dijo la coordinadora de Benestar Social, Milagros González, ante el traslado del centro de día, que se ubicará en la primera planta del hospital. La falta de espacio, la demanda y el riesgo por inseguridad han sido algunos de los factores que motivaron el traslado. «En el Hogar Ibiza hay sitios que están muy bien, salas de reuniones muy buenas pero no están adaptadas a lo que se está haciendo ahí. Hay problemas de seguridad», afirmó la coordinadora.