El secretario general de la Federación de comercio de UGT en las Pitiüses, Fernando Fernández, anunció que esta semana los 45 ex-trabajadores de la cadena Diskont (que cerró el verano pasado) presentarán al Tribunal de Mediación y Arbitraje (Tamib) sendas demandas individuales por despido improcedente.

Además, UGT ha dado entrada en registro del Consell Insular una petición formal de entrevista dirigida al Conseller d' Comerç, Santiago Ferrer, para lograr el apoyo de la institución a los 45 trabajadores afectados.

Fernando Fernández avanzó además que no está descartado pedir la intervención de Fiscalía para que esclarezca las cuentas de la empresa Ibidis S.A. que gestionaba los centros Diskont en Eivissa. Ni los trabajadores ni el sindicato que los representa entienden que «una cadena como ésta que estaba facturando 1000.000 de pesetas (6.000 euros) diariamente en más de la mitad de sus centros, como el de Figueteras cierre en pleno verano, cuando más caja se hace, y que argumente que es por falta de beneficios», explicó Fernández. El secretario general de la Federación de Comercio señaló que cuando Francisco Miró se quedó con la empresa Ibidis S.A. «ésta tenía una deuda de 624 millones de pesetas (37 millones de euros)». Paulatinamente «la deuda fue engordando hasta los 1.000 millones de pesetas (60 millones de euros)». El sindicato insiste en que si, en ese tiempo, las tiendas «han ido vendiendo y facturando» no es posible que la deuda haya aumentado cada día.

El representante sindical cree que «por lo menos debe abrirse una investigación que esclarezca a donde se ha ido el dinero que ha facturado Ibidis entre los años 1999, 2000 y 2001». Fernández está convencido de que «la empresa tiene alguna baza que esconder».