Joan Oliver, jefe del servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears, ha reconocido que los gatos y, en menor medida, las ratas, afectan seriamente las colonias de virots de Formentera. Oliver ha dicho que «se ha intentado hacer un control de la población de gatos mediante trampas en la zona del faro de la Mola y que los resultados no han sido lo buenos que se esperaba».

Justamente, el pasado lunes finalizó el control llevado a cabo por la Sociedad Española de Ornitología que recibió una beca del ministerio de Medio Ambiente para realizar estos trabajos a lo largo de tres meses. Para Oliver está claro que «las trampas y jaulas empleadas no parecen haber sido las más adecuadas y habrá que reiniciar este proyecto desde otro punto de vista y con una nueva metodología». Según el jefe del servicio de protección de especies, se va llevar a cabo un plan especial para Formentera parecido al proyecto de control global de gatos realizado por la fundación Voltor Negre para el ayuntamiento de Pollença.

Los gatos se han convertido desde hace tiempo en el gran depredador de las colonias de virots ya que en las zonas de cría se han encontrado pollos de diversas edades comidos tanto por gatos como por ratas, y se supone que también depredan los huevos durante su período de incubación, de unos 50 días aproximadamente. Desde el Govern se realizará una campaña de concienciación ciudadana instando a la sociedad civil de Formentera a que colabore en el control de los gatos e identifique mediante microchip y collar los de su propiedad. Esta medida está contemplada en la Ley de Protección de Especies pero según Oliver, poca gente identifica sus gatos de acuerdo a la normativa vigente.

El control de los gatos pasa por rebajos el número de estos animales aunque «en islas pequeñas como Formentera es ciertamente problemático rebajar globalmente la cantidad de gatos» ha dicho Joan Oliver. Uno de los aspectos señalados para este crecimiento inusual se debe, según fuentes consultadas, a que muchos extranjeros que tienen una segunda residencia en la isla, vienen con gatos desde su país de origen y cuando regresan a él, los dejan sueltos. De esta manera los gatos se asilvestran y campan a sus anchas por el territorio ya que en Formentera no existen especies que ejerzan de depredadores sobre ellos, como el zorro o la mostela. La administración promoverá la esterilización de gatos domésticos en condiciones de semi-libertad para evitar camadas innecesarias.

El virot o pardela balear (puffinus mauretanicus) es una ave exclusiva de las Illes Balears, tratándose de la única ave endémica de las islas; se distingue de su pariente más cercano, la pardela mediterránea (puffinus yelkouan) por su tamaño ligeramente mayor y por tener las partes superiores no tan oscuras. El virot tiene una talla media entre 30 y 38 centímetros de longitud con una envergadura que oscila entre los 76 y los 89 centímetros y pesa alrededor de medio kilo. La población actual en Balears se estima en unas dos mil parejas.