El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, pecó de poco original el pasado viernes cuando aprovechando el marco de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) anunció a bombo y platillo que su equipo de gobierno estudiaba la posibilidad de instalar unas escaleras mecánicas o un mecanismo similar para facilitar el acceso al casco histórico de la ciudad. La concejala de Cultura, Lurdes Costa, matizaba poco después esas palabras, casi como si pusiera paños calientes, advirtiendo que no necesariamente tendría que ser una escalera mecánica, sino que también podría ser un ascensor o unas rampas.

La idea no es nueva. De hecho, el 16 de mayo cumplirá 29 años. La sugirió en 1973 el secretario de la Corporación de Eivissa, Mariano Llobet, quien durante una década había operado como un auténtico alcalde en la sombra. El Ayuntamiento acababa de recibir el Castillo de manos del Ejército, después de 13 años de largos y tediosos trámites burocráticos. Con ese edificio en las manos, los responsables del municipio comenzaron a preguntarse qué demonios harían con él. Surgieron decenas de ideas, alguna disparatadas, otras no tanto, que proponían convertir el recinto en parador nacional, en hotel de lujo, en la nueva casa consistorial e, incluso, en la sede del «Cabildo Insular», que era como entonces se bautizó a una entidad aún inexistente y que diez años después se convertiría en el Consell Insular.

Una cosa era qué instalar allí y otra cómo llegar hasta ese lugar casi inaccesible, alejado del mundanal ruido, de la Eivissa urbanita. Y fue entonces cuando Mariano Llobet Roman recobró una idea con algunos años de solera pero que hasta el momento no se había sacado a la luz: construir unos ascensores que conectaran Dalt Vila con la ciudad. Eso sí, el secretario sugería, y al parecer ya había estudios elaborados al respecto, que la mejor ubicación era instalarlos en las caballerizas del interior del túnel de es Soto. A lo largo de los últimos 29 años esa idea ha aparecido, cual Guadiana, de vez en cuando, a veces en carta, ahora en boca del alcalde.