Las lluvias del temporal que azotó la Isla el pasado fin de semana han dejado importantes caudales de agua, que ahora están aprovechando los numerosos aficionados a deportes como el «barranquismo» y el descenso en canoa, o simplemente los excursionistas, que encuentran un atractivo aliciente caminar por las rutas más espectaculares de la Serra de Tramuntana junto a vistosas cascadas y saltos de agua. El sábado 17 de noviembre había numeroso personal en es el torrente de es Freu, en la parte alta de Coanegra, para descender con rápel algunos desniveles de gran belleza.

«No hay mal que por bien no venga», comentaban algunos deportistas entusiasmados ante tal avanlancha de agua. Hacía tiempo que el torrente no bajaba tan cargado, formando entre el encinar «postales» verdaderamente impresionantes. Numerosos descensos se han practicado en lugares recónditos de la Isla, como el torrente de Mórtitx, en Pollença; el torrente de na Mora, en el valle de Bàlitx. Una de las excursiones que se realizaron el pasado fin de semana con más asiduidad fue la del barranco de Biniaraix, en el municipio de Sóller. El pasado domingo, el tramo de camino que transcurre entre las Cases de l'Ofre hasta el pueblo de Biniaraix parecía, salvando las distancias, la famosa ruta de Cares de los Picos de Europa, por la gran afluencia de público que circulaba en ambos sentido de la ruta.

El paisaje era espectacular, con numerosos saltos que serpenteaban junto al camino empedrado. El público hacía cola religiosamente en los numerosos puentes que atraviesan el torrente. El sendero, creado en época musulmana, se hizo para aprovechar los numerosos recursos hídricos de la zona. Sebastià Serra, portavoz del grupo municipal del PSM y presidente de la Fundació Sa Nostra, era uno de los excursionistas que había acudido puntualmente a la llamada de la naturaleza: «Hace tiempo que no había visto ésto tan bonito y rebosante de agua. Es un verdadero espectáculo y vale la pena haber llegado hasta aquí», señaló entusiasmado.

En es Freu la belleza de las formas de agua es tal vez más recogida, más fotogénica. Sin embargo, también han sido numerosos los «domingueros» que abarrotaron el emplazamiento, causando algún estropicio y dejando las basuras donde no deberían. Las Fonts Ufanes de Campanet son otro espectáculo de mágica atracción, con las aguas brotando del suelo. Las altas precipitaciones del monte Tomir hicieron posible la reavivación de esta maravilla dormida por la sequía. El domingo, los propietarios de las fuentes abrieron los accesos, facilitando la entrada de más de tres mil curiosos. Ésta vez la entrada fue gratuita, y los mallorquines ávidos de ver correr agua no tuvieron que abonar el ticket. Personal del CIM atendió a los presentes. La entrada a la finca tenía una cadena para impedir la intromisión de los coches. Y es que hay curiosos que hubiesen llevado su auto hasta el mismísimo manantial.