El Día de la Televisión, un pretexto único para plantearnos el papel de este electrodoméstico en nuestras vidas. Foto: K.T.

Con el pretexto del Día de la Televisión que se celebra hoy llega el momento de comprobar el calado social de un medio de comunicación con una importante capacidad de influencia. En las Pitiüses existe la televisión local desde 1989 y desde hace más de dos décadas el uso generalizado de la pequeña pantalla en los hogares. El visionado de programas no queda restringido al ámbito doméstico, los bares ocupan una parada obligatoria en donde compartir las incidencias de un partido de fútbol, una corrida de toros o una película de estreno con las amistades. Pocas casas quedan sin televisión, pero aún existen 'héroes' que sobreviven sin ver ni un sólo minuto de tele al día. Ultima Hora Ibiza y Formentera ha salido a la calle para ver de cerca la situación y encontrar las particularidades.

Vicent Serra Torres, es Vildet, tiene 69 años, vive en el municipio de Sant Joan de Labritja y nunca ha tenido televisión en su casa. Lo curioso es que ésta se ubica en las faldas del repetidor de señal de la zona, algo que no ha reconducido su decisión de saber vivir sin la pequeña pantalla. «Vivo muy bien sin ella, me acostumbré desde pequeño a no tener un entretenimiento así y aprendí a pasar el rato por otras vías». Vicent emplea el tiempo en cuidar sus cabras, ovejas y caballos, en mantener su huerta y en comer sano. Además, asegura que no le tienta ni el hecho de ver deporte: «No me gusta el fútbol, yo vivo de manera tranquila. Me encanta sembrar, cuidar mis ovejas y demás animales. Y si se puede, comer bien, tomar buen vino, sobrasada, butifarra y queso».

Vicent Serra Torres nunca ha necesitado en su casa la luz eléctrica y tampoco la va a instalar ahora por ver la televisión. «Funciono con bombonas de gas butano y con quinqués de petróleo. Si he aguantado hasta esta edad sin ver televisión no voy a cambiar ahora. Vivo solo y por las noches en invierno me entretengo encendiendo el fuego en casa. Si me quiero informar pongo la radio, aunque ahora está sin pilas». Y es que para este hombre la prensa y la televisión sólo dicen mentiras, del único medio que se fía es de la radio. Aunque sus familiares sí tienen televisión en casa, él nunca dará su brazo a torcer porque es feliz.

El caso apuntado por Vicent Serra no inutiliza el trabajo desempeñado por personas como Miguel Sarralde porque la televisión sigue adelante. Es cámara de la delegación de TVE en las Pitiüses. «La televisión es el medio de comunicación más importante que existe hoy en día, llega a todos los hogares y pienso que es el número uno, por delante de la prensa y de la radio; es normal que en el calendario haya un día que reconozca este mérito». Lleva 15 años de su vida dedicados a la televisión -9 en las Pitiüses- y ha tenido mucho contacto con personas de la calle porque, como apunta, «antes trabajaba con multicámaras, en un estudio; desde que llegué aquí actué más de reportero gráfico porque no había una cadena de editores, realizadores... aquí te conviertes en el padre de la pieza informativa porque participas en todo el proceso».

La fascinación de la gente por la televisión Miguel Sarralde la capta cada día que sale a la calle con su cámara: «'Quiero salir en la tele, sácame a mí'. Esta es una de las frases que la gente más veces me repite; es increíble el poder que tiene este medio». La tecnología es otra de las fuentes que han permitido evolucionar a la pequeña pantalla, algo que han notado tanto los receptores como los emisores. «Antes las cintas que grabábamos en Eivissa las enviábamos por avión al centro territorial de Palma; ahora con la fibra óptica hemos ganado en inmediatez... y en estrés, por supuesto».

Un día para acordarse de la importancia de la televisión
El Día de la Televisión es propicio para recapacitar acerca de la dependencia que la sociedad actual tiene por este medio de comunicación. Un aparato que ha dado lugar a muchos comportamientos en el hogar, practicados todos ellos desde el puesto de privilegio en que se convierte el sillón. El 'zapping' -cambiar de canal hasta encontrar la fórmula que nos guste en momentos en que aparece publicidad- apareció cuando el mando permitió variar la programación desde el asiento. Hoy la moda es la televisión panorámica y la programación a la carta. Lo de pagar por ver la tele cada vez duele menos.