Los servicios de telefonía son los que más quejas generan ante la Junta de Arbitraje de Consumo.

Clientes insatisfechos por el servicio de establecimientos de Eivissa han presentado 18 reclamaciones ante la Junta de Arbitraje de Consumo -un organismo de mediación que depende de la Conselleria de Sanitat del Govern balear- en el período comprendido entre el 1 de septiembre del año 2000 y el mismo mes de este año.

Más de la mitad de las quejas recibidas por este departamento, concretamente diez, tienen relación con reclamaciones por facturas de telefonía superiores al importe real por el uso de este servicio, principalmente porque incluyen el coste de llamadas que el usuario asegura que no ha efectuado. El resto de reclamaciones se han interpuesto sobre empresas que dan cursos de educación a distancia, sobre lavanderías con servicio de tintorería que han provocado -siempre según el cliente- algún desperfecto en las prendas y sobre empresas que realizan reparaciones a domicilio. En este caso se deben a que las personas que reclamaron este servicio no están de acuerdo con la factura que les presenta la compañía tras realizar la reparación solicitada.

De las 18 reclamaciones recogidas este año por este servicio de mediación se han resuelto dos por el momento y el resto están en trámite.
Comparando la cifra de reclamaciones presentadas este año con las de 1998, cuando la Junta recibió siete solicitudes de mediación desde Eivissa, cuatro de ellas relacionadas con problemas con las lavanderías, se deduce que este servicio cuenta cada vez con mayor arraigo.