Muchos turistas, como el de la imagen, se vieron sorprendidos en plena calle por la tromba de agua. Foto. VICENÇ FENOLLOSA

Hasta diez grados descendió ayer la temperatura en las Pitiüses a consecuencia del temporal que azotó ayer las islas y que provocó inundaciones en numeros lugares, sobre todo en la ciudad de Eivissa. Los bomberos no pararon ni un minuto a lo largo de la mañana. Recibieron unos 50 avisos y realizaron 30 actuaciones por inundaciones y problemas derivados de la lluvia, sobre todo en la ciudad de Eivissa y San Antoni. La tromba de agua que cayó en tan poco tiempo ocasionó que se anegaran sótanos, locales comerciales y se inundara más de una terraza en un edificio donde se taponó el desagüe.

El agua invadió una guardería de la calle Balears, lugar al que se desplazaron los bomberos, que tuvieron que achicar el agua. También se inundaron varios comercios de la zona del Mercat Vell al quedar taponado la red de alcantarillado. El viento también ocasionó destrozos y, como consecuencia, un arbol cayó encima de un coche en la carretera de Santa Eulària.

Las actuaciones de los bomberos no se limitaron sólo al núcleo urbano de Eivissa, sino también a Platja d'en Bossa y a Sant Antoni, en este último lugar intervinieron en el cuarto de contadores de luz en Vara de Rey que quedó inundado por el agua. Sin embargo, Eivissa se llevó la peor parte de estas inundaciones. El tramo de la Avenida de España más próximo a Vara de Rey quedó inundado, igual que el céntrico paseo mencionado, las calles de Isidor Macabich e Ignacio Wallis y el barrio de es Pratet, donde una vez más se desbordó la red de pluviales inundando de inmundicia algunas zonas.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Eivissa ha decido intervenir de para elaborar un proyecto definitivo para el desagüe de la red de pluviales. «La alternativa de la escollera no funciona», afirmó el concejal de Urbanismo de Eivissa, Joan Bonet. La escollera es el punto del puerto donde las tuberías tienen que desembocar y desaguar para evitar las inundaciones que se producen cuando llueve con tanta fuerza. El aguacero de ayer fue la prueba del Ayuntamiento para comprobar que el sistema de escollera al puerto no funciona al ritmo necesario. Ante esta situación, Bonet contactó con ingenieros de puertos para ejecutar un proyecto definitivo de desagüe que sea capaz de tragar toda el agua y evitar la penosa imagen de Eivissa inundada.