El alcalde de Puebla de Cazalla, Emilio Pozo, pidió la ayuda del
alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, para que facilitara una vivienda a
un grupo de vecinos de este pueblo sevillano que vienen a trabajar
en temporada. Durante este año, el Ayuntamiento de Eivissa lleva
contabilizados 664 casos de información sobre la vivienda: pisos de
protección oficial o alquileres económicos.
El precio desorbitado de los alquileres es el motivo por el que
los trabajadores de Puebla de Cazalla, con un contrato pendiente en
Eivissa en los sectores del transporte y la construcción, han
pedido ayuda a su alcalde. Pozo recurrió a Tarrés para buscar
viviendas sociales más baratas en Eivissa, pero fue inútil. «No
había nada y se han buscado la vida como han podido», apunta el
alcalde en funciones de Puebla de Cazalla, Manuel Cabello, en
alusión a los trabajadores.
El concejal de Benestar Social de Eivissa, Santiago Pizarro,
destaca «el problema terrible de la vivienda». Pone como ejemplo
los casos de familias desahuciadas por no poder pagar un alquiler
al subir el precio en verano. Desde el Ayuntamiento se están
realizando gestiones para facilitar el acceso a vivienda mediante
convenios con el Ibavi. Sin embargo, la lista de personas que que
necesitan un alojamiento es cada vez mayor. Durante 1999, se
registraron 371 demandas sobre viviendas de protección oficial.
Algunos hoteles de Sant Antoni empiezan a tener dificultades
para encontrar personal de temporada, ya que a éstos no les resulta
rentable trabajar en verano por el coste de la vivienda. «No merece
la pena que alguien vaya a trabajar a Eivissa y tenga que pagar
150.000 pesetas de alquiler por un piso pequeño», apostilla Manuel
Cabello.
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