La organización ecologista Greenpeace, el GOB y la cofradía de
pescadores de Formentera se reunieron para denunciar el peligro de
extinción del atún rojo en las aguas del Mediterráneo,
especialmente en el mar balear.
Así, Greenpeace fue tajante a la hora de señalar la grave
situación de esta especie marina en nuestras aguas. Los ecologistas
resaltaron que en los últimos 20 años la población adulta del atún
rojo en el Mediterráneo ha disminuido en un 80 por ciento, «pero a
pesar de que los informes científicos son muy pesimistas, los
países siguen realizando capturas muy por encima de las
recomendadas». En este sentido, el responsable de la campaña de
pesca de Greenpeace España indicó que a las flotas de la Unión
Europea «le corresponden cerca de las tres cuartas partes del total
de capturas declaradas, de las que la flota de cerco captura el 50
por ciento del total».
Según los ecologistas, la pesca masiva de estos ejemplares
conducirá a la desaparición de la especie,«pero aún así los países
pesqueros se niegan a frenar la codicia de sus flotas y negocian
cuotas de captura que superan en miles de toneladas las
recomendadas por los científicos». Todo esto demuestra, según los
ecologistas, la cofradía de pescadores y el GOB, que la declaración
de las aguas de Balears por parte del Gobierno central en 1997 de
Zona de Protección esquera para hacer desaparecer las flotas
industriales piratas y proteger la pesca artesanal intensiva de
mano de obra dirigida a la pesca de calidad «no ha surtido
efecto».
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