La comunidad de Religiosas Canonesas Agustinas de Dalt Vila, más
conocidas como Ses Monges de Dalt Vila, celebraron ayer su cuarto
centenario de labor religiosa en la isla con una misa especial para
la fiesta de San Cristobal.
Los actos conmemorativos empezaron el año pasado con una misa de
inauguración. También hubo un concierto en el monasterio.
El obispo Agustín Cortés Soriano presidió el acto especial
celebrado ayer en el convento, donde se inauguraron también las
obras de mejora y acondicionamiento que se han venido realizando en
los últimos meses en el edificio. A la celebración también
asistieron Pilar Costa, presidenta del Consell Insular, el senador
Enrique Fajarnés, la consellera de Cultura, Fanny Tur, y el
conseller del PP Joan Marí Tur.
La historia se remonta a 400 años, cuando el 8 de junio de 1600
llegaron a la isla tres monjas procedentes del Monasterio de Santa
Margarita de Palma de Mallorca para unirse a cuatro mujeres
"Catalina Aimeric, Josefina Totzona, María Bisahall y Margalida
Borrá" que un año antes habían formado una nueva comunidad
religiosa. Antoni Andreu, quien pasó a ser inmediatamente capellán
y confesor de la nueva comunidad, cedió una casa a las religiosas
para que pudiesen llevar a cabo su tarea.
Durante cuatro siglos, la comunidad de Mares Monges se ha
mantenido fiel a su cometido eclesial. Han sido años de penurias,
pero también de alegrías, que las hermanas han soportado con
tremendo fervor. Desde la caridad y la fraternidad, las hermanas
han ofrecido siempre amor gratuito a todo necesitado.
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