El conseller de Transports del Consell Insular, Santiago Ferrer, considera que los enfrentamientos entre empresarios del transporte discrecional y los empleados, que acusan a las compañías de obligarles a trabajar más horas de las legales, «quedarían completamente resueltos si los autobuses llevasen un tacógrafo», una ficha en la que quedan reflejados los turnos diarios y que son controlados periódicamente.

«El problema -señaló Ferrer a Ultima Hora Ibiza y Formentera - es que el uso del tacógrafo no es obligatorio aquí por ley, al contrario que en la península, ya que hay una excepción para las islas de menos de 2.000 kilómetros cuadrados». Sin embargo, el Gobierno puede hacer una excepción e implantarlo en las Pitiüses «si hay una petición formal por parte de las instituciones competentes, en este caso el Consell», señaló el titular de Transports. Antes de solicitar esta medida y tras hablar con los trabajadores, Ferrer anunció que se reunirá con la patronal del sector para conocer su postura en el tema y comprobar la conveniencia real del uso del tacógrafo.