GUILLERMO ROMANÍ Responsables de Cespa, la empresa concesionaria del servicio de basuras y del vertedero de Formentera, mantuvieron ayer una reunión con el equipo de gobierno municipal y los concejales de la oposición -invitados por el alcalde, Isidor Torres- durante la que explicaron qué es y cómo funciona una planta de transferencia de residuos sólidos urbanos, dado que está previsto instalar una en la isla próximamente. La empresa aseguró a los ediles que la planta se ubicará en una nave con el objetivo de provocar el mínimo impacto visual posible y que estará integrada en el entorno. Además, explicaron que, al margen de los requisitos ambientales, será necesario seguir otros criterios para la ubicación de la central entre los que citaron la máxima proximidad posible a los mayores centros generadores de residuos de Formentera, la cercanía a los usuarios de servicio, el tener disponible suministro de agua, luz y teléfono, además de contar con accesos cómodos y fáciles con el puerto.

El complejo de gestión de residuos contará con una planta de transferencia, una chatarrería, un almacén para todo tipo de residuos peligrosos y maquinaria para poder triturar la basura antes de transferirla, con el objetivo de reducir al máximo el volumen de los residuos y facilitar su traslado. La compañía explicó que, para poder desarrollar su trabajo, deberán colocarse contenedores especiales para depositar de manera separada cartón o vidrio, entre otros desperdicios.

En la planta se recogerán los lixiviados que produzca el proceso de tratamiento de basuras, unas sustancias de alto poder contaminante.