Desde el empresario más encorbatado al adolescente que consigue que sus padres le compren el último modelo con el pretexto perfecto de estar localizable a todas horas (aunque siempre se puede argumentar que el aparato estaba fuera de cobertura), la fiebre por poseer un móvil hace tiempo que llegó a las Pitiüses, aunque ha experimentado el crecimiento espectacular durante las pasadas navidades.

La insularidad también se ha notado en este caso, ya que algunos modelos de móviles se llegaron a agotar ante la espectacular demanda, según han señalado varios distribuidores.

Sólo Airtel cuenta en Eivissa y Formentera con nada menos que 20.000 clientes entre fijos y transeúntes, de los cuales, 2.000 se sumaron a esta compañía durante las navidades pasadas.

Telefónica no facilita los datos desglosados por provincias aunque basta decir que sólo en uno de los distribuidores de esta compañía en Eivissa se vendieron 350 móviles en Navidad. Si se tiene en cuenta que en Balears hay 263 establecimientos que trabajan con Telefónica y que las ventas han sido similares en todos ellos se puede estimar una media. Esta empresa ha pasado de tener 4.895.000 clientes, a 1 de enero de 1999, a los 9.052.000 con los que cuenta en la actualidad, según datos facilitados por la compañía. Prueba de que el móvil ha sido uno de los regalos que no han faltado en los hogares estas navidades es que esta empresa hizo 1.212.000 clientes sólo durante el mes de diciembre. Los clientes que han adquirido un teléfono móvil en este período han preferido el pack, que incluye el aparato y una tarjeta, frente a la opción del contrato.