Llorenç Córdoba se dirige a la bancada de los consellers de Sa Unió durante un pleno. | Moisés Copa

Tras el fracaso de las negociaciones para presentar una moción de censura contra Llorenç Córdoba, se abre ahora una nueva vía que ya fue barajada por todos los grupos de la Corporación de Formentera recientemente. Se trata la de obligar al todavía presidente a someterse a una cuestión de confianza. Un acto que, en la situación actual, evidenciaría que Córdoba está solo, lo que le obligaría a dimitir automáticamente. El problema, sin embargo, es que Llorenç Córdoba no está obligado a cumplir en un plazo determinado los mandatos del Pleno por lo que podría alargar aún más la agonía.

En el documento que se debatirá durante el Pleno ordinario del Consell, que se celebra este miércoles, Sa Unió explica que la crisis abierta por el propio Córdoba a finales de noviembre de 2023 «ha desembocado en la actual situación de bloqueo» que sufre la institución. Al renunciar los consellers del Gobierno insular, Córdoba se ha quedado sin vicepresidencias y sin Junta de Gobierno, por lo que buena parte de los asuntos que debe dirimir el Consell están paralizados. Sobre todo los relacionados con las grandes contrataciones. Algo que afecta especialmente a los proyectos que deben financiarse con los fondos Next Generation, que, de no ser ejecutados en el plazo previsto, deben retornarse al Estado.

En el mismo documento, Sa Unió deja claro que «se ha roto la confianza con el presidente», tanto por parte de su anterior equipo de Gobierno como de las formaciones de la oposición, GxF y PSOE. «Vista la intención del presidente de gobernar solo, sin un equipo de Gobierno, y querer modificar el ROC (Reglamento Orgánico del Consell) sin justificación alguna solo para poder continuar al frente de la institución», Sa Unió considera que la única salida ahora mismo es que Córdoba se someta a una cuestión de confianza. Y más teniendo en cuenta otros problemas generados de la crisis: «No ha sido capaz de convocar el debate del estado de la isla dentro del primer semestre del año, como dice el ROC, ni de tener responsabilidad política, respeto y educación hacia los demás consellers cumpliendo con su comparecencia. Tampoco es capaz de nombrar la presidencia de la comisión de seguimiento del código ético para poder celebrar las sesiones pedidas, entre otras responsabilidades del cargo de presidente del Consell».

En la moción, Sa Unió recuerda a Córdoba que son varios los artículos del ROC que habilitan a la coalición a solicitar que se someta a una cuestión de confianza. Así, se remiten al artículo 88, que indica que la fiscalización del Gobierno insular se realiza a través de instrumentos como la moción de censura y la cuestión de confianza. En el artículo 147, sobre la responsabilidad política, el ROC señala que esta «es exigible mediante los instrumentos de control y fiscalización política que son propios del Pleno y también por medio de la moción de censura al Presidente y la cuestión de confianza presentada por este».

El problema es que es el propio Córdoba el que debe convocar la sesión plenaria sobre esta cuestión de confianza. Algo que podría aplazar sine die pues el ROC no indica en ningún momento un plazo determinado una vez que el Pleno apruebe exigirle esta convocatoria.

El portavoz de Sa Unió, José Alcaraz, ha recordado que, si Córdoba acepta plantear la cuestión de confianza y el Pleno le demuestra que carece de apoyos, deberá dimitir automáticamente. Alcaraz espera que los partidos de la oposición apoyen esta petición, dado que así la han solicitado tanto GxF como el PSOE en plenos anteriores. Sin embargo, la desconfianza está sobre la mesa tras lo sucedido en las negociaciones entre estas formaciones y Compromís para presentar una moción de censura contra Córdoba. «Ha sido surrealista», ha lamentado Alcaraz, «han puesto líneas rojas cuando llevamos meses pidiendo que nos cedan un solo conseller para poder presentar la moción de censura contra Córdoba y no han querido. El alcalde de Barcelona (el socialista Jaume Collboni) gobierna gracias al PP. Armengol le ofrece al PP sus votos para desbancar al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne (Vox) pero aquí nos ponen líneas rojas».

Alcaraz también ha lamentado la pretensión de GxF de que Compromís rompa con el PP aprovechando la crisis abierta por Córdoba. «Han demostrado que el Consell y Formentera no les importan nada», ha concluido.

Por parte de Compromís, Javier Serra ha defendido la presentación de la cuestión de confianza porque «la situación es complicada pero tiene una solución fácil puesto que solo ha de dimitir una persona, Llorenç Córdoba». Serra ha subrayado que todos los grupos han coincidido en que la cuestión es de confianza puede ser una solución para forzar al todavía presidente a dejar el cargo. Y ha recordado que el PSOE se comprometió a que, si logra superar este acto, le apoyaría para reformar el ROC, tal y como pretendió en el anterior Pleno.

«Córdoba tiene que entender que el problema de Formentera es él», ha afirmado el líder de Compromís, «y nosotros estamos poniendo sobre la mesa soluciones que son posibles aunque difíciles. Sa Unió ya planteó la moción de censura y pidió ayuda a GxF y el PSOE, que solo tenían que ceder un conseller. Ahora queda esta solución porque nosotros no nos vamos a ir del Consell dado que el resto de la lista de Sa Unió así nos lo ha pedido. La responsabilidad es de Llorenç Córdoba. Si no puede conformar un gobierno, tiene que dimitir».