Ana Juan, presidenta del Consell de Formentera. | Toni Ruiz

Ana Juan (Formentera, 18 de febrero de 1971) asumió la presidencia del Consell de Formentera el pasado 15 de octubre, tomando el relevo de su socia de gobierno en GxF, Alejandra Ferrer, en virtud del acuerdo subscrito después de las elecciones de 2019 entre el PSOE y GxF, que contempla 28 meses de presidencia para los insularistas y 20 para los socialistas. La llegada de Ana Juan a la presidencia supone también el retorno de los socialistas al liderazgo de la máxima institución de la isla, 28 años después del último alcalde del PSOE, Bartomeu Ferrer, curiosamente padre de la predecesora de Ana Juan, Alejandra Ferrer.

—Lleva usted muy poco tiempo en el cargo y por tanto no podemos hacer mucho balance. ¿Pero cómo llega usted a fin de año?
—Pues con mucha preocupación. Estamos inmersos en la sexta ola del coronavirus y estamos muy atentos a cómo va evolucionando en la isla. El pasado viernes, tuvimos reunión de presidentas y se decretó el pase de Formentera al nivel 2 de alerta sanitaria. Tenemos las fiestas a la vuelta de la esquina y debemos extremar las precauciones para evitar los contagios. Es verdad que la vacunación se ha mostrado muy efectiva, pero hay un porcentaje importante de la población que no está vacunada y eso hace que haya más casos, sobre todo de gente no vacunada que acaba en la UCI. Es tiempo de viajes, de reuniones familiares y debemos recordar que el virus se mueve con nosotros y no queremos que después de fiestas nos encontremos en una situación como la de hace un año, en nivel 4 reforzado de alerta sanitaria, por el gran incremento de casos.

—La historia se repite, pero ahora los ciudadanos tenemos más herramientas para evitar el virus. La institución que usted dirige también tiene más experiencia en la gestión de la pandemia, ¿Eso puede ayudar?
—Llevamos dos años de pandemia y hemos aprendido el comportamiento del virus y cuáles son las medidas más eficaces para luchar contra él. Pero también es verdad que el virus también ha aprendido y está mutando para seguir infectando, así que las mascarillas, el lavado de manos y la distancia social van a seguir siendo imprescindibles. A nivel de Consell, la pandemia ha modificado prácticamente todo nuestro programa electoral y nos ha hecho centrarnos en lo urgente, que era hacer frente a la grave crisis sanitaria, social y económica que se nos planteó, y pusimos a las personas en el centro de nuestras políticas. Para mí, hubo un dato que resultó demoledor. En los meses de abril y mayo de 2020, la institución tuvo que dar vales de alimentación al 10 % de nuestra población. Eso nos demostró la fragilidad de nuestra sociedad, que pensábamos que era invencible. Dependemos de un único mercado, que es el turístico, y hemos visto cómo es inevitable diversificar la economía. Entre las ayudas del Consell, del Govern y del Gobierno central hemos intentado apagar el fuego de las familias, los autónomos y las empresas.

—Acaban ustedes de aprobar el presupuesto para 2022, con un crecimiento de poco más del 10 por ciento y un aumento muy importante en el apartado de personal de la institución.
—La pandemia ha hecho que tengamos que reorganizar la institución con las medidas COVID y aumentar el personal para dar el mismo servicio. Ha crecido especialmente el área de Bienestar Social, y todo este nuevo personal sigue siendo necesario, con lo que se han convertido en efectivos estructurales de la casa. Además, vamos a abrir la residencia de mayores, lo que precisará de muchos recursos humanos. La regulación de s'Estany des Peix también lleva asociada la incorporación de nuevo personal y todo ello se contempla en ese crecimiento del presupuesto, además de la implementación de la carrera profesional de los trabajadores, que por fin es una realidad y que supondrá la mejora de sus condiciones laborales.

—¿Cuándo y cómo va a ser esa nueva residencia, un equipamiento tan esperado?
—La previsión es que esté en funcionamiento en el primer semestre del año. Ahora se está trabajando en el vial de acceso, que estará listo a finales de febrero, y ya se está preparando todo lo necesario para su puesta en marcha, como es el mobiliario y la contratación de personal y de recursos. Siempre lo más laborioso de un nuevo servicio es la puesta en marcha.

—Esa nueva residencia es el complemento del Centro de Día, que se inauguró hace 11 años y que ha sido muy importante para mejorar la calidad de vida de muchos usuarios y sus familias.
—Son servicios complementarios. De hecho, van a compartir espacios comunes como la cocina o la lavandería, y la experiencia del Centro de Día va a ser muy válida, pero son servicios muy diferentes, con otras necesidades. La residencia funcionará 24 horas al día todos los días del año. Eso implica la contratación de médico, personal de enfermería, más todo el personal auxiliar.

—La otra gran novedad va a ser la regulación de s'Estany des Peix. ¿Por qué es importante conservar este entorno natural?
—Forma parte del Parque Natural de Ses Salines y su degradación actual es muy preocupante. Hay una gran cantidad de barcos que no tiene ningún sentido. Se llevan a cabo actividades que con la nueva regulación no podrán continuar y ha llegado el momento de regular todo eso y recuperar el lago para los usos tradicionales.

—Otro grave problema de la isla desde hace años es el saturado tráfico marítimo que sufre el parque natural, especialmente durante los meses de verano. ¿En qué punto están?
—Estamos trabajando en varios frentes. Por un lado, tenemos la necesidad de regular las líneas de pasajeros entre Ibiza y Formentera, especialmente en temporada alta, pero también asegurar la movilidad de los residentes en temporada baja y que podamos salir a las seis de la mañana y volver a dormir a casa a las diez y media de la noche. Luego está la cantidad de gente que llega al mismo tiempo al puerto de la Savina, especialmente en temporada alta. Por tanto, se necesita una regulación integral.

—¿Y cómo lo van a hacer?
—Tenemos sobre la mesa un borrador de decreto de movilidad marítima que nos ha planteado la Conselleria de Movilidad del Govern y lo estamos analizando a nivel de equipo de gobierno. No podemos regular las frecuencias máximas por la libre competencia, pero estamos buscando la fórmula para poner orden.

—¿Hay alguna opción?
—El decreto no puede regular las frecuencias máximas como hemos dicho, pero sí puede haber una norma que determine el tiempo de escala entre que un barco entra en el puerto y pueda volver a salir. No va a ser fácil, pero desde el Consell seguimos pidiendo lo mismo desde hace años y es muy necesario para nuestra isla.

—¿Cómo ve usted el año 2022 para Formentera?
—Con mucha ilusión y con esperanza a pesar de la situación que estamos viviendo. Esperanza para seguir con la hoja de ruta que la COVID ha frenado y tirar adelante proyectos como los que hemos comentado de la residencia y s'Estany des Peix. Hay que seguir trabajando en la implementación de las energías renovables y la transición energética, la regulación del fondeo de nuestro litoral... Y, por otra parte, poder emprender otros proyectos que tienen que ver con la protección del patrimonio y el museo de Formentera, entre otros.

—¿Qué le ha pedido la presidenta a los reyes magos?
—Salud para todos y que podamos convivir con la máxima normalidad posible con una pandemia que no vamos a poder erradicar.