Foto de archivo del Hospital de Formentera.

Numerosos profesionales del Hospital de Formentera se muestran contrarios al decreto del catalán que exige que tengan un nivel B2 del idioma para poder ejercer en Balears. Una medida que no convence a una gran mayoría que sabe que podrá opositar en otras comunidades donde prevalezcan los méritos al requisito del título. Ni siquiera el hecho de que haya déficit de profesionales en diferentes especialidades y eso permita que puedan presentarse al examen -con moratoria para adquirir el título- les hace tener más confianza para seguir ejerciendo en las islas.

«No quieren a personas que hablen catalán, quieren su título», denuncia Teresa Carroquino, delegada de CSIF en Formentera, quien apunta que «sin pedir este requisito ya hemos tenido problemas para contratar a profesionales». De hecho, una baja y unas vacaciones han hecho que, en agosto, solo hayan estado cubiertas tres de las cinco plazas de Atención Primaria. «Al gran problema del alquiler, le sumamos que en verano pasamos de los 11.000 a los 70.000 habitantes, lo que supone una sobrecarga de trabajo, y ahora aprietan con el tema del catalán», explica Carroquino. En este sentido, añade que «en este Hospital, a diferencia del de Ibiza, necesitamos a gente polivalente que se mueva en diferentes ramas e imponerles un requisito más no me cuadra».

La delegada de CSIF de Formentera asegura que se está «jugando» con la calidad asistencial y se muestra más preocupada por este motivo que por mantener su posición laboral. «A mí personalmente me duele como persona afectada que vive aquí y que no quiere irse de la isla».

Enfermería
Vicky Romero es granadina y lleva 11 años ejerciendo en Formentera. «Llegué y solo me pedían trabajar y ahora me exigen un título cuando deberían valorar mi profesionalidad», cuenta. Esta enfermera acusa a los políticos de estar generando «malestar» entre compañeros. «Ahora somos competencia entre nosotros y hay piques cuando nunca los ha habido. Algunos ven más posibilidades de quedarse por tener el título, pero yo llevo 11 años aquí y eso parece no importar», critica.

• Medicina interna
Begoña Pérez llegó hace dos años a la isla. Es de Algeciras, pero no tiene ningún problema en aprender catalán siempre y cuando no sea por obligación. «Ahora mismo tengo la necesidad de estudiar otras cosas que necesito para mi día a día. Estoy haciendo un Máster y un curso de ecografía mientras trabajo», explica. Pérez asegura que Formentera ya cuenta con el gran problema de la vivienda como para sumar otro más. «Se van a quedar sin gente y mira que somos pocos», señala. Y es que tanto ella como su pareja, pediatra en Formentera, no dudarán en hacer las maletas si encuentran problemas en la isla y salen oposiciones en Andalucía.

• Atención Primaria
«No tengo el título de catalán ni me lo pienso sacar», dice Marta Gómez, médico de familia en el Hospital de Formentera donde lleva trabajando un año y medio. Esta sevillana hizo la residencia en Mallorca y explica que el idioma nunca ha sido un problema para ella, ni siquiera cuando trabajó en Europa o en África.

Noticias relacionadas

«A nivel médico tenemos más cosas que hacer que sí que tendrían que considerarse como mérito. Estudiamos, hacemos cursos, investigamos... y se le da menos importancia que al catalán», critica. Así, Gómez considera que puestos a pedir, deberían exigir antes el inglés que el catalán. «El problema es que el sistema no mira tu currículo, mira tus puntos. Dicen: ¡Mira Marta lo que tiene! Ah, pero no tiene catalán y te quedas en la calle. Entonces al de Madrid por vivir en Madrid y opositar allí que le den cuatro puntos ya», sentencia.

Lo mismo piensa Julián Llopis, médico de familia en Formentera. Su lengua materna es el catalán, estudió tanto el bachillerato como la universidad en catalán, pero no tiene un título que lo acredite, ni intención de sacárselo. «Tengo millones de prioridades antes en mi vida, como hacer cursos, que sacarme el título cuando conozco perfectamente el idioma», señala. Llopis se siente orgullosos de su lengua y le gusta que se promocione, pero «que sea un requisito indispensable para poder optar a una plaza estando en un sitio que es España me parece absurdo. Es como si nos hicieran un examen de español si voy a trabajar a Cuenca». En esta línea, cree que la fuga de médicos será una realidad y no entiende cómo los políticos siguen poniendo trabas «cuando saben que es un drama sustituir a cualquier profesional».

EL APUNTE

El Hospital de Formentera solo recibió una reclamación por el catalán

El año pasado solo un paciente reclamó que se le atendiera en catalán cuando acudió a Urgencias. «Si vas a Urgencias y no te atienden en catalán, lo que quieres digo yo es que te atiendan lo primero y luego ya pedirás que te hablen en el idioma que quieras», dice Teresa Carroquino, delegada de CSIF en Formentera. Por ello considera que el decreto del catalán no beneficiará a la mayoría, menos cuando «el 80% de la plantilla no es balear».

Los profesionales sanitarios aseguran que «esta medida no es adecuada a la situación que se vive en Balears» y dicen que en su día a día la lengua no supone un problema de comunicación.

«Estamos haciendo un esfuerzo para vivir aquí y ni siquiera nos dan la opción de poder optar a una plaza», señalan.