Según los datos que barajan los responsables del área de turismo, en la actualidad hay 320 solicitudes presentadas que equivalen a cerca de las 1.400 plazas regularizadas. A estas plazas ya regladas hay que sumar unas 50 solicitudes que todavía están pendientes de informe por parte de la administración y que equivaldrían a unas 300 plazas más.
La consellera de Turisme de Formentera, Alejandra Ferrer, ha valorado de muy positivos estos datos que ya permiten tener reglamentadas casi 1.800 plazas turísticas. Según Ferrer, «la gente se está empezando a poner las pilas y aprovecha esta ocasión para legalizar la comercialización de las estancias turísticas».
Las cerca de 1.800 plazas ya regularizadas o en proceso de regularización equivalen, según las estimaciones de los responsables turísticos de la isla, a casi la mitad de la oferta que se puede reglar respecto a este tipo de alojamientos. «Saber el número de viviendas que se dedican en Formentera a la comercialización turística es un dato muy difícil de establecer pero pensamos que estaremos en torno al 40 ó 50 por ciento de toda la oferta que se puede regularizar», puntualizó la consellera.
Mucho interés
Con el inicio de la temporada de verano ha crecido el interés por parte de la población de la isla en dar de alta las estancias turísticas. Según Alejandra Ferrer, «cada semana se están recibiendo una veintena de visitas de personas que se interesan por la cuestión y que próximamente presentarán sus solicitudes de alta». La consellera recordó que el procedimiento de legalización de las estancias sigue en marcha y no tiene por el momento una fecha de cierre aunque animó a los propietarios a que hagan este proceso lo antes posible para no incurrir en una comercialización ilegal.
Todo el año
El reglamento de comercialización de las estancias turísticas permite explotar legalmente un producto más que existe en Formentera y que es muy apreciado por un gran número de visitantes. Sin embargo, todos los alojamientos de la isla no pueden acogerse a este reglamento. La comercialización turística de las viviendas plurifamiliares no está permitida en la modificación de la Ley Turística hecha en el año 2012 por el Govern, lo que deja fuera de esta comercialización a bloques de edificios o pisos ubicados en núcleos turísticos pero con usos exclusivamente residenciales.
La imposibilidad de comercializar de forma turística las viviendas plurifamiliares y las trabas que supone para los propietarios el hecho de tener que cumplir con todos los requisitos exigidos por la administración para comercializar dichas viviendas son factores que favorecen el alquiler para todo el año.
Según Alejandra Ferrer, en muchos casos los propietarios se dan cuenta de que para regularizar la comercialización de las estancias hay que convertirse «casi en una empresa» y cumplir muchos requisitos. «Si a estas trabas se añade el impuesto turístico que deberán cobrar estos alojamientos a sus clientes y las inspecciones que hará Hacienda y Turisme del Govern, es normal que mucha gente se decida a alquilar para todo el año o sólo en temporada pero para los trabajadores», concluye la consellera Ferrer.
LA NOTA
La unidad de inspección
La unidad de inspección, que previsiblemente se podrá en funcionamiento durante este mes de mayo, se encargará, además de otras materias, de hacer cumplir la normativa por lo que respecta a la comercialización de las estancias turísticas. Esta unidad tendrá asignadas funciones informativas y de comunicación pero también funciones de control y sancionadoras. Según Ferrer, realizará campañas informativas aunque también podrá sancionar a los propietarios que estén comercializando una vivienda sin tener autorización o sin haber presentado la declaración responsable de inicio de actividad.
LA NOTA
Requisitos para alquilar
Las únicas viviendas que se pueden alquilar de forma turística son las unifamiliares o pareadas. En este caso la normativa permite hasta tres licencias de comercialización dentro de una misma parcela. Para ello, los propietarios deben cumplir requisitos indispensables como la dotación de extintores, un botiquín de primeros auxilios, hojas oficiales de reclamación o un manual del uso de las viviendas. Por lo que respecta a los requisitos opcionales, el plan de calidad contempla servicios como piscina, conexión Wi-Fi, aire acondicionado o antena parabólica para sintonizar los canales extranjeros.
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