Los alumnos de Can Raspalls toman las calles ‘emmariolats’ para celebrar Carnaval

A lo largo de la semana, los alumnos han seguido las instrucciones del rey Carnestoltes, quien ha ido marcando cómo debían acudir a clase cada día: primero con un complemento en la cabeza, luego en el cuello, hasta llegar a la jornada de ayer, en la que todos aparecieron ‘emmariolats’.

«Lo que hemos querido hacer ha sido revivir lo que se hacía antiguamente: ponerse la camisa de tu padre, los tacones de los domingos, coger cualquier cosa del armario y convertirla en disfraz», explicaba Ana María Linero, profesora de infantil.

El desfile comenzó con los alumnos de infantil, primaria y el aula especial, acompañados por sus familias, que no quisieron perderse el momento. «Nos gusta la fiesta y disfrutarlo», confesaba una madre que, junto a su pareja, también decidieron disfrazarse. «Nuestro hijo quería ir de Sonic y, al final, por verle disfrutar, hemos acabado disfrazados también».

Tras la rúa, el patio del colegio se convirtió en un gran comedor al aire libre. Las familias aportaron pan, tomate, tortillas, aceitunas y otros productos para compartir en la tradicional truitada.

«Cada clase tiene un listado con las cosas que hay que traer, y luego compartimos entre todos», explicaba el director, Óscar Prat, quien quiso agradecer la implicación de las familias, del equipo docente y de la policía en esta celebración.

Mientras los alumnos disfrutaban en compañía de sus amigos y familias, los comentarios sobre los planes para los días de descanso también se hacían notar. «Lo que nos gusta también es que el jueves y el viernes tenemos fiesta», comentaba una alumna de quinto curso, mientras unos padres destacaban que se acercarían a Vila para participar en las actividades.