Confinar es la medida más efectiva para frenar la transmisión de la COVID-19, aún así sus efectos económicos son tan devastadores, que no se plantea si no es para evitar el colapso de los hospitales. Cuando se decretó el estado de alarma el pasado mes de marzo, Balears consiguió ambos objetivos. El problema viene ahora que para vestir un santo, se ha desvestido otro y la saturación se encuentra en los centros de salud.
Los ayuntamientos celebran actos festivos con prudencia y ‘seny'
La actual situación sanitaria ha comportado también un cambio muy importante en la organización de todos los actos festivos o sociales. La mayoría han optado por suspender todos los actos de sus fiestas patronales pero los que los mantienen lo hacen con actividades modélicas. Las medidas de seguridad y el comportamiento de la gente son ejemplares. Realizan actos acotados a muy pocas personas y en los que el público permanece sentado. Las actividades culturales en pequeño formato pueden ser una alternativa para un sector muy castigado.
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