Ana Mateos
Ana Mateos

Comunicadora

Tribuna

Lo de cambiar la hora

Reloj.

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Que en Formentera el tiempo parece que se detiene, lo sabe cualquiera que haya estado en la isla. Vivimos a un ritmo más lento, menos frenético y una de las cosas más maravillosas que se pueden hacer, si vienes de vacaciones, claro, es quitarte el reloj, olvidarte del móvil y dejar que el cuerpo vaya al ritmo que te marca la vida. Sin horarios preajustados.

Todo eso es muy utópico y muy hermoso si, como digo, estás de vacaciones… Te has ganado un descanso de estar pendiente constantemente de las manecillas y las prisas. Pero si vives aquí, desgraciadamente, estás también atado a ciertos horarios y tiempos, aunque sean más lentos, y necesitas cosas tan simples como un reloj. Que la gente ahora ya no usa relojes, porque en el móvil tenemos la hora, pero como complemento de moda o por simple romanticismo, sigue siendo un recurso muy utilizado. Como esta madrugada cambiamos al horario de verano no he podido evitar pensar en cuando había que cambiar de manera manual todos los relojes de casa (el horno y el coche siempre fueron los más complejos) y eso me ha hecho recordar los relojes de pulsera y….¡Sus pilas!
Si eres de esos nostálgicos que siguen utilizando reloj de pulsera en Formentera, tienes un problema: si se te acaba la pila, aquí no se cambia. No tenemos ningún lugar donde ir a cambiarla, tan sólo en verano, hay un sitio en el que te la pueden cambiar en el mismo día, pero si no está abierto, debes llevarla a la joyería y que esta a su vez envíe el reloj a Ibiza y en una semana te lo devuelvan funcionando. Sí, algo tan sencillo como cambiar la pila del reloj. Así que cuando digo que en Formentera el tiempo se detiene, es completamente literal.

Los que somos de Formentera nos hemos acostumbrado a aprovechar nuestros viajes a la isla vecina para hacer estas cosas que parecen tan llanas y tan de ir por casa - quiero aclarar que sé que hay relojes que van sin pilas y relojes que debe cambiarlos únicamente la propia marca experta- pero dicho esto, cuando tenemos que viajar a Ibiza para algo, aprovechamos y llevamos los relojes sin pila y no son pocas las veces que algún familiar o conocido te dice: «Oye, si vas a Ibiza, ¿Te importa llevarte el reloj y que le pongan pila nueva?» Así vivimos aquí. Sin horas. Esto que parece una anécdota, nos pasa también con otra cosa muy necesaria: los zapatos. Sí, zapaterías tenemos, lo que no tenemos son zapateros. Así que si tienes que hacer un arreglo de calzado, pasa como con el reloj, que debes ir - como mínimo- a Ibiza.

Así nos deben ver desde la lejanía, como unos hippies, sin hora y descalzos.

Pero bromas aparte, yo sé que en la sociedad de consumo en la que vivimos poca gente se plantea cambiar la pila del reloj (bien porque son smartwatch, bien porque si no le tienes especial cariño ya te comprarás otro) y ni hablemos ya de cambiarle las tapas a un zapato o ponerle una suela nueva, es mucho más fácil tirarlos y comprar unos nuevos en cualquier gran superficie que produzca a millones de kilómetros de nosotros.

Parece absurdo, visto así, pero me pregunto dónde más nos llevará esto… ¿Qué otras profesiones dejarán de existir? ¿Perderemos los arreglos de costura? ¿Las ferreterías? ¿Qué pasará con la sociedad cuando todos nos hayamos convertido en youtubers e influencers?