Tres datos: Primero: la pasada Diada ha sido la que ha concitado menos entusiasmo desde el ‘procés'.

Segundo dato, los socios de gobierno del ‘procés' están a la gresca y cerca de la ruptura.

Tercer dato, las últimas encuestas dejan el independentismo por debajo del 40 %.

Más datos aún:

En este triste panorama, Junts per Catalunya ha convocado a sus bases sobre su posible salida del gobierno.

La razón de fondo es la siguiente: tanto Esquerra como Junts saben que el ‘procés' como tal está acabado y que ambos deben posicionarse en sus propios perfiles.

Por eso Esquerra Republicana se mantiene en la mesa de diálogo con el PSOE de la cual Junts abomina.

A fin de cuentas Esquerra y Junts han sido siempre adversarios excepto en esta triste etapa'

Hace pocos días vi a Quim Torra en la televisión catalana perorando que su partido (Junts) debía salir del Gobierno frente a una Esquerra poco de fiar y que no era capaz de conseguir la independencia.

Que esto lo diga un presidente de la Generalitat que no hizo otra cosa que parloteo sin sustancia y cuya única heroicidad fue negarse a bajar una pancarta institucional que contradecía la ley electoral me parece un sarcasmo.

El independentismo no puede seguir viviendo de imposibles y, como toda acción política normal, debe abrirse camino en las realidades.