Palafustanes, sinsonios, sandios, bolonios, hominicacos y analfabetos los ha habido siempre pero, como señaló acertadamente la profesora Roca Barea, antes no salían de las universidades ni detentaban tanto poder político y mediático. La nómina incluye a zanguangos notables como Pablo Iglesias, que asegura haber leído un libro inédito de Kant (!), a Pedro Sánchez de la Preveyéndola y Noesnó, responsable de los «ayuntamientos del cambio» (a peor), a Rita Maestre de la Alegre Pechuga, al ilustre chirigotero gaditano que atiende por Quichi, a Echeminga Dominga el defraudador a la Seguridad social, al noble impresor Rufián, a Cocomocho de la Fuite Héroïque, a la deslenguada monja Caram, al mayor Trapacero, a Madadame Forcadell de ilustre abuela republicana, sección alivio de tropa, a la ininteligible Marta Rovira, a Anna Gabriel, la del flequillo al hacha de sílex remodelado en Suiza, al brillantinísimo alcalde de Zaragoza que exige que la Academia general militar de la ciudad que desgobierna no sea «militarista» (!), a Colau y Carmena rivalizando por ver cuál perjudica más a sus conciudadanos con ocurrencias dignas del Profesor Franz de Copenhague y a tantos otros destripaterrones, abrazafarolas y zampabollos siempre dispuestos a mamar de la teta presupuestaria. «Memoria de pez y coño de cabra, he aquí la heráldica de la España contemporánea» Ruiz Quintano scripsit.
OPINIÓN | Melitón Cardona, diplomático jubilado
Zampabollos, zampabollas y demás fauna ibérica
04/03/18 4:11
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1 comentario
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Es triste ver tu país convertido en un esperpento....que nos sale carísimo. Y las cosas van a peor cada día que pasa. Entre políticos no se pisan los callos.