Eivissa28/07/15 0:00
La biografía de Joan no la encontrarán en ningún libro de memorias. Las enciclopedias tampoco hablarán de él, porque su vida transcurrió en el anonimato casi absoluto, como le pasa a la mayoría de ibicencos que bordean o sobrepasan los ochenta años. Joan no tuvo hijos, pero todo el amor que él y su esposa Eulària tenían reservado se lo entregaron a sus familiares y amigos, entre los que me incluyo. Y también a los animales. Porque Joan fue un extraordinario cazador con podencos ibicencos. Una afición de la que no pudo disfrutar en los últimos tiempos por su progresivo deterioro físico.
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