No podemos más que sorprendernos muy negativamente del castigo que se infringe a una comunidad con una economía dinámica y que es puntera en la recuperación económica. Si desde el gobierno central se apuntalaran inversiones clave en nuestras islas, estoy convencido que el crecimiento económico de Balears aún sería mayor de lo que es actualmente. Si analizamos pormenorizadamente las inversiones previstas, aproximadamente el 77% del dinero previsto se destinará a actuaciones previstas en los puertos y aeropuertos de las islas. No voy a ser yo quien diga que no se invierta en esas instalaciones clave para nuestra economía y nuestra población pero da la impresión que el Estado invierte allí donde obtiene beneficios y espera obtenerlos en un futuro, ya que estas infraestructuras se financian a través de tasas abonadas por los residentes y por los visitantes-clientes.
Por contra, y centrándome en las Pitiüses, seguimos sin ver actuaciones concretas en materia de depuradoras y desaladoras, ámbito en el que estamos a años luz de lo que deberíamos disponer en un destino turístico moderno. No nos podemos extrañar que periódicamente, y más en verano, ocurran hechos lamentables como los vertidos en el Puerto de Eivissa, Talamanca, Bahía Sant Antoni, etc. No debemos olvidar que Balears dispone de las competencias en materia de aguas y recursos hídricos y que posiblemente éstas deben estar muy mal dotadas sin olvidarnos que las infraestructuras que deben hacerse, las pague el Estado o la comunidad autónoma, pasarán a amortizarse a través de los recibos de agua. Asimismo, proyectos históricos como de la Biblioteca Estatal, remodelaciones de museos, Parador de Turismo, etc. se alargan años y años de forma inexplicable, demostrando la dejadez que desde el Gobierno central se tiene ante nuestras islas. Por otro lado, pensamos que, en aplicación del tan esperado Régimen Especial de Balears, en el mismo deberían incluirse fórmulas justas de compensación para aquellos funcionarios estatales que deben venir a trabajar a Eivissa y Formentera (Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, Seg. Social, etc.).
Leeremos estos días que las inversiones en Balears tienen un incremento del 87% respecto a los 74,3 millones fijados para el año 2014. Esto, aunque parezca una noticia espectacular, nos tiene que dar una idea de los catastróficos que han sido para nosotros los presupuestos del presente año, que pese a crecer un 87% seguimos en la cola estatal. Es más, en el último momento de la tramitación de los presupuestos para el año 2014 se consiguieron una serie de inversiones para las depuradoras de las islas. El Gobierno central ha ‘pasado' de la palabra dada y ese dinero no ha llegado. Esperemos que este año las enmiendas que no dudamos que se van a presentar y aprobar sí se mantenga la palabra.
Y la situación es aún más grave si recordamos que en la reforma del Estatuto de Autonomía de Balears se consiguió el compromiso de obtener unos 400 millones de euros adicionales por parte del Gobierno central. Esas inversiones estatutarias no tenemos noticias que hayan llegado jamás, por lo que se estaría incumpliendo gravemente la ley hace años y creándose también un déficit histórico para nuestra comunidad autónoma. Así, no es que solo que estemos en la cola de la inversión estatal sino que también se incumple la ley que intentaba compensar nuestra insularidad mediante dichas inversiones estatutarias.
Hay que destacar que Balears ha sido solidaria durante muchos años con el asunto de la financiación y comprendemos que la situación económica actual es muy compleja ya que estamos en un escenario de reducción fiscal para consolidar crecimiento y bajo la atenta vigilancia de las autoridades europeas, pero estas políticas no han hecho más que eliminar la anterior fortaleza de Balears como líder en renta per cápita y situarnos por debajo de la media española. Es decir, otras comunidades se han enriquecido y Balears se ha empobrecido y no parece que sea la intención del Gobierno central revertir esa situación. No tenemos el peso necesario en el Gobierno de Madrid y el hecho de tener una actividad económica puntera en el Estado, en vez de ser recompensado es castigado.
Evidentemente aún hay que esperar al trámite parlamentario para ver si vía enmiendas a los PGE pueden conseguirse un mayor número de inversiones reales en nuestras islas, que no se queden solo en el papel. Si se tratase con justicia a Balears seríamos aún más locomotora de la recuperación económica de España. No obstante, y viendo estas inversiones presupuestadas, solo vemos palos en las ruedas. Se incrementa año tras año el déficit de financiación y no vemos soluciones por lo que sólo podemos calificar este proyecto de PGE de muy decepcionante.
Desde nuestro punto de vista, los empresarios y la sociedad civil vamos a estar al lado de aquellos políticos que luchen por mejorar el status de nuestras islas y creemos que la herramienta idónea para ello es un Régimen Especial de Balears realmente efectivo y que atienda las necesidades reales de nuestros ciudadanos y visitantes. Nos ponemos a disposición de todos para contribuir a que este REB sea realista y efectivo.
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