16.970 alumnos de las Pitiüses de primaria y secundaria comienzan esta semana el curso 2003-2004 con numerosos cambios en cuanto al modelo educativo con la aplicación de la Ley de Calidad de la Enseñanza, que entre otras cosas recupera la posibilidad de repetir, pero con los viejos problemas que arrastra desde hace años la enseñanza en Eivissa y Formentera. La falta de espacio en las aulas, con los ratios de alumnos disparados, obras en colegios pendientes, plazas de profesores vacantes -a día de hoy todavía quedan doce puestos por cubrir- o el eterno problema de la interinidad del profesorado son las deficiencias que año tras año se repiten en los centros escolares pitiusos.

Este año, el incremento de alumnos con respecto al año pasado es del dos por ciento, motivado en gran parte por el aumento de la inmigración. Este hecho ha vuelto a poner sobre la mesa el problema del espacio en los colegios pitiusos, que ha sido el que más críticas ha recibido por parte de distintos colectivos. Los sindicatos, tanto STEI como Comisiones Obreras, y las federaciones de padres han criticado las medidas adoptadas desde la conselleria, como el desdoblamiento de aulas para poder acoger a todo el alumnado. Cierto es que los problemas existen y que los sindicatos tienen razón cuando hablan de que se infringe la normativa respecto al número de alumnos, pero también es igualmente cierto que las carencias no son nuevas de este año y que la administración se esfuerza en tratar de evitarlos, aunque con escasos resultados. Está demostrado, y así lo dice el mapa escolar elaborado por la conselleria, que en Eivissa y Formentera hacen falta al menos siete colegios. Por eso, hasta que no se haga una apuesta firme y decidida que resuelva de una vez el problema de la falta de centros, Eivissa y Formentera seguirán suspendiendo en educación, por muchos parches que se le pongan.